Categorías
RECUERDOS Y NOSTALGIA

¿INDIOS ESPAÑOLES?

¿Cómo y cuando aparecieron los “Yndios Españoles”?

Me he topado con varios asientos parroquiales de 1820s en los que aparece esa identificación. Quiero pensar que probablemente eran los que nosotros conocemos como “Mestizos”, hijos de Español(a) e indígena, pero ni en los libros de historia ni en textos de la colonia aparecen los “Indios Españoles”. Sin embargo en Pitiquito y Caborca de esa época así como había indios Pimas, Yaquis, Papagos y Yumas, había indios españoles.

Una muestra:

“En el año del señor de mil ochocientos y veinte y uno, día quince de febrero, yo Fr. Faustino González, ministro de este pueblo de Cavorca, bauticé a un niño que nació el día diez de (mismo) año y mes, a quien puse por nombre Joseh Escolástica, hijo de Joseh María Motezuma y de Magdalena Molina, Yndios Españoles de este dicho pueblo. Fueron padrinos Carlos Cordero y su mujer Refugio Serrano, a quienes advertí, el espiritual parentesco y demás obligaciones. Para que conste lo firme en el dia, mes y año. Fr Faustino González”

Y así hay varios niños hijos de “Yndios Españoles.”

El asiento que sigue al anterior, no deja lugar a dudas que unos eran los Yndios Españoles y otros los Españoles puros. Además como dato curioso fíjense en donde vivía esa familia. Resalto en negritas, ambos datos.

“En el mismo día quince de febrero del mismo año, bauticé un niño que nació el día antes, a quien puse por nombre Joseh Rafael Balentin, hijo de Luis Celaya y de Antonia Sanora, Españoles de razón, que viven en el Rancho del Ojo de Agua, junto al pueblo del Pitic, visita de esta Caborca. Fueron padrinos Joseh Jesus Mendez y su mujer María Jesus Barela, vecinos Españoles de este pueblo de Cavorca….”

No queda duda entonces que los Españoles de Razon eran diferentes a los Yndios Españoles.

Y el segundo dato, se los dejo como reto a mis paisanos: ¿Cuál sería el Rancho del Ojo de Agua, junto al pueblo del Pitic? Era 1821, alguien sabe?.

Por otro lado, yo no se si Fray Faustino González tenía mala ortografía o la tenía su antecesor Fr. Juan Diaz pero en algo tan básico e importante como el nombre de su parroquia difieren entre “Cavorca” (Faustino González) y “Caborca” (Juán Diaz). Entre uno y otro hay aproximadamente 30 años de diferencia en su estadía en Caborca. Hay asientos parroquiales de Fr. Juan Diaz de 1770 y Fr. Faustino González aparece hasta 1805, 1807 aproximadamente.

Fr. Juán Diaz usaba mucho los apóstrofes, ya en desuso actualmente, por ejemplo para escribir “Purísima Concepción” Ponía Pmª. Conpºn. Otro dato curioso, en los matrimonios no asentaba los apeidos de los contrayentes, no sé si sería la usanza en 1772 por ejemplo:

“En este pueblo de Psma. Concion. De Caborca, en diez y siete días del mes de mayo de mil setecientos setenta y dos, yo el…(ilegible) mtro., hechas las devidas diligencias y no resultando impedimento, casé caramfacie eclesiaste a Francisco con Jphâ (Josefa) en primeras nupcias, siendo testigos….” Y así están todos los matrimonios celebrados por este Frayle.

MATRIMONIOS 1772

 

La imagen anterior corresponde a:

“En este pueblo de la Purísima Concepción de Caborca en treinta y un días del mes de julio de mil setecientos setenta y dos, hechas las devidas diligencias, y conseguida la dispensa a ultramarino por el Benemérito Don Joseph Nicolás Almesan (Ilegible en realidad) y por su encargo casé Caram Facie Eclesie a Don Antonio Serrano, del Reyno de España oriundo de la Ciudad de Xerez de los Caballeros, con Doña Josefa Mendoza y Castellanos, viuda, vecina de este pueblo de Caborca. Fueron testigos….”

Lo curioso aquí es que hubo una dispensa otorgada por un personaje, quiero pensar que de España por lo de “ultramarino” y es muy probable que la dispensa haya sido para casarse con una viuda. A diferencia de los asientos en los que casa a indios u otras gentes, aquí si hay apeidos de los contrayentes.

En la siguiente imagen corresponde a un triple matrimonio, donde todas las contrayentes son viudas e igual no hay apeidos de los contrayentes.

MATRIMONIOS 1772

“En el pueblo de la purísima concepción e Caborca, en veinte y un días  del mes de febrero de mil setecientos setenta y tres años, yo el intra….(No le entiendo) ministro, hechas las devidas diligencias y no resultando impedimento case conamfacie Eclesie a Thomas con Rossa Viuda”

A Joseph con Jertrudis viuda”

A Juan Manuel con María Ignacia, viuda; siendo testigos Antonio y Pedro, y para que conste, lo firme en el dicho día, mes y año”     Fr. Juan Diaz.

En la imagen que sigue, que es de un asiento parroquial de 1785, se aprecia que la niña bautizada, nació en el “Pueblo del Pitiquí.

BAUTISMOS PARVULOS DEL PITIQUÍ

Lo cual de nuevo nos lleva al tema de en qué fechas cambió de Pitic a Pitiquito. Ya en el artículo anterior toque el asunto y debo decir que ya tenía conocimiento que también se le llamaba “Pitiquí”. Entonces podemos concluir que entre 1700 y 1778 fue Pitic, luego entre 1780 y 1825 Pitic y Pitiquí y de ahí para acá Pitiquito. Qué lástima que hayamos perdido el nombre real de Pueblo del Pitic. Con una iniciativa en el Congreso podríamos recuperarlo con los costos de papelería e identidad que eso acarrearía.

Los de la colonia Pitic de Hermosillo van a decir que “qué igualados” que los copiamos; y si hubiésemos conservado el nombre, los copiones hubieran sido ellos.

Hasta la próxima.

 

 

 

 

 

 

 

 

Categorías
RECUERDOS Y NOSTALGIA

EN BUSCA DE MI HISTORIA

“En el año del señor de mil ochocientos y vente y uno, día once de junio, yo Fr. Faustino González, ministro de este pueblo de Cavorca (Asi se escribía en esos años), bautice a un niño que nació el día antes en este mismo pueblo, hijo de (Omito el nombre porque el apeido aún existe en Caborca), soltera, y de padre no conocido. Vibía en la bonanza de Los Llanos,(Ignoro si era una comunidad cercana) y vino aquí como vienen otros y otras, para mal exemplo de los pobres yndios  y para el de tantos gentiles que llegan al pueblo, y no dejan de advertir las malas costumbres, sabiendo de vastante embarazo, para agregarle al gremio de Ntra Sra Madre Yglesia. He puesto en catorce años que llebo, los posibles medios, para que toda persona de malas costumbres se aparte de este pueblo, de mi cargo, pero (no) vasta que el ministro lo ordene para que pongan los jueces mas empeño en permitir mayores males. Puse al niño, Jose Joachin del Espiritu Santo y fueron padrinos…. (Omito nombres). Fue bautizado en la Yglesia y solemnemente para que todo conste, lo firma en el mismo dia, més y año. Fr Faustino González.”

Al lado de este escrito, hay un número que supongo es el número de acta y escrito “Jose Joachin del Espiritu Santo, hijo natural de padre no conocido”.

Para mi sinceramente ha resultado todo un agasajo introducirme en recónditos archivos y remontarme a más de 200 años atrás. Hace un mes inicié con la formulación de mi árbol genealógico y para ello me di de alta en una plataforma de internet que te ayuda a buscar tus ancestros. Primera vez en mi vida que puedo decir, Bendito internet ¡!!! Tenía mucha desconfianza por lo que podría resultar, a la mejor un fraude o puras mentiras.

Pues no. Que resulta que al inscribirme y pagar una pequeña cantidad equivalente a 200 pesos, tuve acceso a los archivos digitales de más de miles y cientos de miles de documentos del país y del estado. Por ejemplo: libros de “asientos parroquiales de matrimonios, bautizmos y defunciones de 1670 a 1930” aparecen los de Caborca y de Altar. Pitiquito no. “Actas de Registro Civil de 1860 a la fecha” de cualquier lugar del país. “Censos de población de 1930 a la fecha” detalladísimos con nombres de personas edades, etc.; “Cruces fronterizos” desde que Arizona pasó a Estados Unidos a la fecha, etc. Etc.

El Registro civil inicia en 1860 con Benito Juárez como Presidente. Hasta antes de esa fecha era la iglesia, los sacerdotes, los encargados de llevar un registro por escrito de nacimientos, matrimonios y defunciones. El acta transcrita arriba y con la que inicio este  artículo la tomé del libro de la “parroquia de la Purísima concepción de Cavorca” y esta transcrita textualmente respetando la ortografía del español antíguo.  La transcribo como una curiosidad – al menos para mi – pues refleja mucho de los usos y costumbres de la época. Imagínense 1821, una mujer se presenta a bautizar a un niño de padre desconocido!!! Casi casi una blasfemia. Y por eso el Fraile Faustino González redactó el acta de esa manera, para que constara que él había puesto todo su empeño para erradicar esas malas costumbres (Emabarazrse sin estar casada)y le echa la culpa, a la mujer primero, y a los jueces después.

Puedo confesar que prácticamente leí una por una las mas de 500 hojas asentadas en varios libros de varios años desde finales de 1700 a a 1860. En cada hoja se asentaban dos, tres o más bautizos, por ejemplo, o dos matrimonios o defunciones. He encontrado datos curiosísimos para mi, algunos ya sabidos y conocidos, pero no tenía las pruebas.

Por ejemplo, algo que ya sabía es que Pitiquito era “PITIC”. En todas las actas desde los 1700s y hasta 1825 se le menciona como “Pitic”, y “el pueblo del Pitic”. Hasta 1823 en el libro parroquial de nuestra señora de Guadalupe, de Altar, aparece por primera vez “originario del Pitiquito”; pero todavía uno o dos años más se sigue usando indistintamente Pitic y Pitiquito. Hasta 1825 al menos en esos documentos ya se regulariza y se le menciona solo como Pitiquito.

Yo no se en qué año exactamente se le dejó de llamar Pitic y no se si fue por disposición de alguna ley o congreso o autoridad o cuando se constituyó como municipio. Tal vez Marcos Celaya, Cronista del pueblo, lo sepa. Y me gustaría saber quiénes y porqué razón tomaron la decisión de quitarle Pitic y ponerle Pitiquito. Yo tengo otra teoría pero la contaré después.

Otra cosa que me llama la atención. Más del 70% de los asientos parroquiales, todavía hasta 1830 correspondían a “Yndios”. Asi lo escribían en el español antíguo. En el Pitic había, según los asientos parroquiales, Pápagos, Pimas, y Yaquis (“hiaquis” se escribía). En Caborca había los mismos, pero en algunos se mencionan “Yumas” indios Yumas pues. Y hay un acta en especial, que me llamó la atención porque el fraile dice que bautizó a una moribunda indígena del pueblo de “los que habitan en las arenas, por estar cerca del mar”, es decir no la identifica con ninguna tribu o etnia conocida.

Yo creo que los frayles que eran misioneros en realidad, invertían su tiempo en catequizar a los indios y por eso hay hojas de los libros en que el mismo día bautizó a 8 indígenas niños y adultos; o bien casó a varias parejas de indios, muchas veces de distintas tribus los contrayentes.

Mi duda es ¿En qué momento se acabaron los indios? ¿Si hasta 1830 siguen apareciendo frecuentemente y en abundancia porqué después ya no?  El registro civil de 1860 para acá, todavía hasta finales de los 1800 ponían “Fulano de tal, indígena” o  “hijo de fulano de tal indio Pima” o cosas parecidas. Y a los que no eran indígenas les ponían “Gentil de razón, originario de…” y si era Español, se ponía tal cual “Fulana de tal, Española”. Obviamente la intención era diferenciar y dejar muy claro quién era indio y quién no, quién provenía de indios y quiénes no.

Quiero pensar que en algún momento la Federación prohibió hacer tal distinción y por lo tanto DESAPARECIERON LOS INDIOS y de ahí pa acá, TODOS IGUALES.

La próxima semana continúo con otras curiosidades encontradas.

Para los curiosos solo les diré que mi árbol genealógico ya tiene más de 110 personas y ya está completo desde mis hijos hasta mis tataratatabuelos, choznos y más alla, son 7 generaciones y por los dos ramas, la paterna y la materna, con mas de la mitad de las actas de nacimiento, matrimonio y defunción y con fotos hasta de mis bisabuelos.

 

Gracias por leerme.

 

 

Categorías
PERSONAJES DEL PUEBLO

ESCUELA PARA MUJERES II

Cuando en el pueblo se supo del regreso de Juanita, las visitas en casa no se hicieron esperar ya que se corrió la voz que había bailado con el Presidente y más aún que traía la autorización para la Escuela para Mujeres.

No era cualquier cosa la hazaña de Juanita. Situémonos en la época, en el momento. 1890 y tantos, México estaba prosperando aceleradamente con Porfirio Díaz en el poder: Grandes construcciones de arquitectura afrancesada estaban surgiendo en la Capital del país y en otras ciudades; el ferrocarril crecía aceleradamente gracias a que Díaz estaba concesionando tramos completos para que compañías extranjeras construyeran las vías y operaran esos tramos; se estaba dando gran impulso a la explotación del mar, la minería y la producción agrícola. El gobierno tenía una eficiente estructura de recaudación de impuestos a pesar de las distancias enormes y a la falta de caminos en buen estado. La sociedad, “la gente bien”, estaba más que conforme con el gobierno de Díaz, les iba muy bien, sus haciendas eran cada vez más ricas, la industria comenzaba a moverse gracias al vapor y al petróleo. Quien no estaba conforme era el pueblo, la clase baja asalariada y casi esclava de los hacendados. La desigualdad era enorme.

Pero en Pitiquito si bien es cierto no habían llegado todos esos progresos, si había “gente bien”, si había caciques dueños de tierras y ricos. Y también gente jodida.  Pero estoy seguro que había algo que los unía, que era el deseo de que los hijos fuesen a la escuela a la única que había, la Escuela para Varones. Y ahí se mezclaban ricos y pobres y hasta ahí llegaba la igualdad.

Juanita pertenecía a la familia Lizárraga Ortega. Gente bien, familia acaudalada para la época. Su padre Don Francisco Lizárraga era entre otras cosas Recaudador de impuestos para el Gobierno de Porfirio Díaz y cada cierto tiempo iba a la Capital a hacer entrega en persona, de lo recaudado. Imagínense atravesar todo el país en carruaje de bestias y después en tren, con una cantidad de dinero en efectivo encima.

Juanita por lo tanto no tenía necesidad de estudiar. Su vida estaba resuelta: A su debido tiempo se le buscaría un marido a su medida, se le daría una casa y a tener hijos y tan tan.

Pero en Pitiquito nunca se sabe que pasará. Nunca se sabe cómo van a terminar las cosas.

Cuando se supo lo de la Escuela para Mujeres, muchas niñas y muchas mujercitas de 13, 15 17 años, se alegraron y muy dentro de si, daban gritos de felicidad; no podían expresarlo abiertamente porque sus padres las regañaban; otras, las menos, se atrevían a decirle a sus padres que en cuanto estuviese lista la escuela, querían estar ahí.

Como era de esperarse – y como sigue sucediendo aún hoy a más de 100 años – el pueblo se dividió. El pueblo siempre se divide en los asuntos importantes, aunque al final, termina jalando pa donde mismo.

Los hombres, los jefes de familia en su inmensa mayoría se opusieron a la apertura de la escuela. Por ningún motivo dejarían que sus santas hijas acudieran a que les enseñaran “quien sabe que cosas que ni falta les hacen”. “Si así estamos bien, pa que le mueven al avispero”. Las mujeres, las señoras secretamente apoyaban a sus hijas y deseaban que ellas aprendieran lo que se les había negado.

 

En mi familia es famosa la historia de Tía Mónica, mi Bisabuela Paterna (Que dicen ya de grande fue tremenda) quien desde niña mostró su deseo de ir a la escuela, como sus hermanos. La familia de mi abuelo paterno vivía en la milpa “La Constitución” alejados del pueblo, en Zaragoza. Mi Tatarabuelo, el papá de Tía Mónica, se negó rotundamente y a gritos y golpes en la mesa dejó muy claro que por ningún motivo su hija asistiría a la escuela “eso no es para señoritas, es para varones nada más, asi ha sido siempre”.

Mónica tenía un carácter firme y era terca.  Siguió insistiendo y pidiendo asistir a la escuela. Hizo enojar a su papá, el cual furioso le dijo: “¡Si te atreves a ir a la escuela, te vas de esta casa, dejas de ser mi hija!!!”. ESTO SUCEDIÓ MUCHOS AÑOS ANTES DE LA ESCUELA PARA MUJERES.

Adivinen que paso.

No sé cómo pasó. En la tradición oral de la familia no recuerdo que se dijera cómo le hizo Tía Mónica para… IRSE DE LA CASA, LLEGAR AL PUEBLO Y ¡!ENTRAR A LA ESCUELA PARA VARONES¡¡  Calculamos que así debe de haber sido porque era la única que sabia leer y escribir.

En contra de los deseos de su padre, en contra de su autoridad, que para la época era tanto como deshonrarlo y exponerlo a la burla del pueblo.

Esas eran viejas diríamos ahora. Era tal su desesperación por conocer cosas nuevas, por saber más, por “conocer mundo”, que se fue al pueblo y con toda seguridad algún pariente debe de haberla acogido. Cuentan en la familia que ya señorita y mujer Tía Mónica fue muy vaga y sumamente dicharachera, platicadora, amiguera y con una inteligencia y picardía únicas. Se iba en carruaje de Pitiquito a Caborca a visitar parientes y amigos. O agarraba rumbo a Santa Ana, etc.

Estoy seguro que así como Tía Mónica varias mujercitas del pueblo deben de haber enfrentado las negativas de su padre para asistir a la escuela. Esas fueron LAS PIONERAS, son las que abrieron brecha, son las que demostraron que no pasaba nada, que seguían siendo tan mujeres como siempre y que podían igual procrear y criar hijos y formar una familia.

Ojala en algún lado, en algún archivo exista la primera generación de la Escuela para Mujeres para rendirles un homenaje a ellas y a Juanita Lizárraga. Fueron mujeres sin miedos y sin prejuicios.

Juanita a propósito, no se casó, siguó soltera toda su vida, siguió siendo “Señorita” (Asi decían en el pueblo a las quedadas). Murió de 104 años en la milpa al otro lado del río que ahora es propiedad de Luis Cañez.

Estos últimos datos y otros junto con la foto de Juanita Lizárraga que aparece arriba, con el vestido elegantísimo que uso para el baile con Porfirio Díaz, fueron proporcionados por Jorge Luis Lizárraga Barrios, sobrino Bisnieto de Juanita. Gracias Jorge y familia. Y se publica esta versión de los hechos con autorización de él, a pesar de las diferencias en las tradiciones orales familiares.

Si amplian la foto de Juanita que aparece arriba, podrán apreciar los detalles del vestido, de los aretes, pulseras y cadenas. No se puede apreciar de qué tema era el libro que tiene en la mano, pero se puede concluir que sabía leer!!