OTRO MAS QUE MUERDE EL POLVO: Mientras yo disfrutaba de la compañía de mis amigos del alma en Monterrey, al mismo tiempo pero a miles de kilómetros de distancia se estaba desarrollando otro acontecimiento de los que marcan, sacuden y dejan huella.
Mi hijo mayor, Miguel, después de haber subido al ring en varias ocasiones y en cada una haber salido más o menos bien, en ésta por fin le dieron un gancho a la barbilla, un uper, y cayó redondito, mordió el polvo: El sábado 3 de diciembre dio el anillo de compromiso a su novia, es decir se comprometió. Yo en Monterrey y él entregando el anillo. Su mamá como siempre al pié del cañón, estuvo presente en ese momento tan especial.
Fue algo muy especial pero muy intimo, muy familiar. A Miguel no le gustan las estridencias y toda esa parafernalia en la que el novio lleva a al novia a la orilla de un precipicio y luego viene volando un halcón y se posa en la mano de la novia y le entrega el anillo. A nadie en la familia en realidad nos gustan esas cosas. Asi es que todo fue sencillo, familiar y muy emotivo.
Me alegro muchisimo por el, creo que lo esta haciendo en el mejor momento de su vida y a una edad en la que ya sabes perfectamente lo que quieres. Su novia es hermosa, alegre, super acoplada dicen los jóvenes hoy, muy natural, y buena muchacha. La queremos todos en la familia.
Asi es que los sentimientos como comprenderán los traía a flor de piel. Claro que él sabia que no lo acompañaría en ese momento importante de su vida, pero me dijo “No te preocupes papá, vienen muchas cosas, nomas no te me pierdas para la pedida”. jajajaja.
Gracias a este evento, es que estando con mis compañeros en Monterrey, comenzó la magia. Es cuando me empieza a caer el 20 de que en realidad tengo muchas cosas que agradecer este año y mentalmente hice el recorrido del calendario.
Asi es que vámonos unos meses atras.
EL MILAGRO DE LA VIDA: Es el 7 de octubre para ser exactos. Ese maravilloso día, mi hija mayor me convirtió en abuelo!! Oh my God !! Tanto que me reía de mis amigos y amigas locos con sus nietos subiendo fotos a todos lados y enseñando los celulares con las fotos y videos de sus nietos. Pensaba “inche loco exagerado, a mi qué me importa que su nieto ya camine” o “Ya entro al kinder su nieta, pues que bueno pero pa que me enseñas la foto pues”. Me caía hasta mal.
Obvio, no tenía ni la menor idea de los sentimientos y la electricidad que te transmiten esos pedacitos de cielo, tan vulnerables, tan inocentes, tan indefensos. No son tuyos, pero los haces tuyos desde el momento que los ves y cuando por primera ocasión lo tienes en brazos. Todo el ogro que traes dentro, se diluye; toda la negatividad desaparece.
Pues si, el 7 de octubre nació Renata y ese día nacimos también, dos abuelos. Dos abuelos, mi vieja y yo, a los que hacía mucho se nos había olvidado el significado de ese instante en el que alguien comienza realmente a ser alguien. Porque hasta antes de ese instante, son solo una idea, un pensamiento, una imágen virtual.
No puedo imaginar un momento mas hermoso, más emocional, que ese en el que ves a tu hija amamantando a su hija, o simplemente tenerla en brazos dormida. Magia pura de nuevo.
Hoy veo felices a Ana Lourdes y a Eduardo, su esposo. Diario me mandan una foto de la cachetona y diario amanece pareciéndose a quien sabe quien. Todos los días cambian los bebes. Pero muy internamente pienso “esta es Méndez, ni duda cabe” aunque no sea cierto. El abuelo orgulloso pues.
Este es el tercer evento en el que el año 2017 me golpea la cara diciéndome “¿Me querías olvidar? Pues te jodes”.
Mañana continuaré recorriendo el calendario hacia atrás.
