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TRADICION ORAL FAMILIAR

LA NOCHE QUE MARCO AL PUEBLO CAPITULO II.

CAPITULO II: LA DECISION.

___No alto alto!! – grito el Maestro – calmados, aquí no se trata de matar a nadie. No es así como se mandan los mensajes, ni de broma lo diga amigo Ranchero.

___No se asuste Maestro, son bromas nada mas.

___Bueno, pero de que hay que hacer algo hay que hacer algo,– sugirió el Cantinero.

 

Hubo un silencio como que todos se quedaron pensando un rato, mientras, acababan con la copita de Mezcal. El Tendero interrumpió el silencio:

___¿Maestro, usted es amigo personal del Presidente Calles que no?

___Si, asi es –respondió el Maestro

___Pues mire – continuó el Tendero—yo propongo que usted escriba una carta a su amigo, nuestro Presidente, y la firmamos todos nosotros y algunos más del pueblo que están con nuestra causa.

___ Y, ¿Qué diría la carta? – quiso saber el maestro como desconfiando de la idea.

___Pues podríamos decirle que estamos con él en éste difícil momento de la república, que somos gente de bien de aquí del mero Pitiquito y que nos gustaría enviara un comunicado para todo el pueblo en el que ponga en claro qué es lo que esta pasando en este asunto y cómo el pueblo se verá beneficiado—propuso el Agricultor.

___No – se opuso el maestro—no creo que sea buena idea; el Presidente es una persona muy ocupada, no creo que le resulte interesante lo que esta pasando aquí, porque en realidad, pues no esta pasando nada ¿verdad?.

___Pues no, aún no—dijo el Ranchero – pero es su amigo maestro, podría usted preguntarle cuál es la mejor manera de conducirnos, qué podemos hacer para ayudar a la causa.

___Pues eso ya no suena tan descabellado – aceptó el maestro.

___Claro!! – grito el Cantinero, poniéndose de pié – y lo mejor de todo, cuando todo esto pase ¿A quien, a quiénes de aquí del pueblo les estará agradecido el Presidente? A la mejor hasta podré conseguir permiso para traer tequila, de allá, de Jalisco, que dicen es un mezcal mejor que éste que nos estamos echando. ¿A poco no? Y soltó una carcajada.

Todos rieron de la ocurrencia y ya con el alcohol haciendo efecto en sus mentes, se pusieron a comentar lo que cada quien le pediría al presidente cuando fueran llamados a Palacio Nacional para agradecerles su apoyo y su lucha contra los rebeldes que se dicen Cristianos.

___ Salud!!

___ Salud compañeros.

___Salud y no hay que rajarse.

Estaban eufóricos y comenzaron a cantar un vals. Las risas se óian hasta la calle. De pronto el maestro, comenzó a arreglarse la corbata de moño y el saco que siempre traía puesto, y levantó las manos haciendo ademán de “calma, calma” y se llevó los dedos a los labios para indicar “silencio”. Había caído la tarde, ya se había metido el sol y fue necesario prender las lámparas de aceite.

___Compañeros, amigos — dijo el maestro – debemos ser cautos; guardemos compostura; no hay nada aún qué celebrar. A ver, no hemos decidido nada. Lo de la carta esta bien, pero mientras la correspondencia se va y regresa la respuesta, van a pasar tres meses.

Todos guardaron silencio y agacharon la cabeza.

___Pues a mi, pa que mas que la verdad –dijo el Ranchero – ya mi vieja no me la quito de encima con esto de la iglesia cerrada, esta furiosa, y todos los días esta chingue y chingue que debemos hacer algo para que se abra y cosas así. Ya tuvimos varias discusiones. Ya le dije que vaya y le pida la llave a Chico G, que es el que la tiene, a ver si se atreve jajajajaja.

Afortunadamente no sabe nada de esto, si no me mata jajajajaja

___Menos mal – dijeron varios – respirando aliviados.

En los siguientes minutos, ya borrachos, todos aceptaron que de una u otra manera tenían el mismo problema en casa o con alguna vecina o familiar. Confesaron que casi todos se sentían observados y señalados de alguna manera, por su forma de pensar y que ya estaban hartos de la situación.

El licor se terminó, y el Cantinero propuso trasladarse todos a su cantina, “yo invito”—dijo—y “ahí tomamos una decisión de qué hacer.”

La invitación fue aceptada, tomaron sacos y sombreros y salieron a la oscuridad de la noche.

Al pegarles el aire fresco en la cara, algunos se marearon más. Tomaron rumbo a la cantina. Habían caminado unas dos cuadras cuando el maestro se paró frente a ellos y señalando les dijo:

___Miren, ese enorme edificio que se ve allá, representa la causa de todos nuestros males en éste momento, los nuestros própios, los de nuestras familias porque nos esta dividiendo y los de la república que por su causa ya esta dividida y en guerra de nuevo.

Todos voltearon hacia donde señalaba y vieron el Templo de San Diego de Alcalá patrono del pueblo. Templo imponente situado en la loma y que se veía desde cualquier rumbo del pueblo.

___Chingada madre – dijo el Ranchero – si estuviera el curita ahí, te juro que iba y lo sacaba a pasear bichi por el pueblo al cabron. Jajajajajaja me lo imagino llorando como niña jajajajaja

Jajajajajaj jajajajaja rieron todos.

___Oigan –djo el Tendero iluminándosele la cara – no esta mala la idea. ¿Qué tal si vamos y pintamos unas proclamas en las paredes de la iglesia? Algo asi, como “Muera cristo Rey” o “fuera curas mantenidos”, algo asi como una travesura, como las que hacíamos de chamacos.

___Jajajaja, pero esta cabrón conseguir pintura ahorita, aquí casi nadie pinta sus casas, a solo que sea con cal – Dijo el Agricultor – O que aquí el amigo Tendero nos proporcione un poco de la que vende en la tienda.

___Para nada bola de borrachos – dijo el Tendero – es de lo más caro que tengo jajajajaa

___¿Y si abrimos la puerta y sacamos unos santitos y nos los robamos? – dijo el Ranchero – imagínense el coraje que les dará a la bola de beatas del pueblo, ¿a poco no estaría bien?

___!!Ese si sería un mensaje directo ¡!! – dijo el maestro – ahí si que se entendería que esto va en serio no es un juego. Por mi, esta bien, secundo al amigo Ranchero.

___Eit eit eit – intervino el Cantinero – pero antes hay que ir a la cantina por unas botellitas de mezcal, nos harán falta.

Hubo murmullos de aceptación y como niños traviesos con la cara roja por la emoción y el alcohol, tomaron rumbo a la cantina.

Al llegar, les dijo el Cantinero:

___Espérenme aquí, solo entro y me traigo unas dos tres botellas de mezcal. Y procedió a sacar la llave y abrir la cantina, al hacerlo se metieron todos junto con él. –Les dije que me esperaran afuera, los reprendió.

___No amigo dijo el maestro, debemos planear bien lo que vamos a hacer y estar todos de acuerdo, si no no se hace nada.

El Cantinero acepto, cerró la puerta por dentro y prendió dos lámparas para iluminar un poco. Los demás fueron a sentarse en una mesa de madera con cuatro sillas. El cantinero regresó con una botella y sirvió una ronda de mezcal.

___Amigos –inició el maestro – lo que vamos a hacer no es una travesura de niños. Es algo que si nos sorprenden o nos ven, nos pueden llevar a la cárcel.

___Porqué – quiso saber el Tendero – si estamos de lado del Gobierno.

___ Si pero no deja de ser un allanamiento – comentó el maestro – si bien es cierto el templo, ya no pertenece a la santa iglesia católica y romana, sino al gobierno de la república, ya no es una propiedad privada sino ahora es pública, y la pena puede ser mayor.

___Entonces – dijo el Ranchero – reculamos, nos echamos pa atrás, pa eso me gustaba maestro.

___No, no yo no he dicho eso. Lo que digo es que debemos hacerlo con sigilo, con cuidado, sin hacer ruido, sin hacer escándalo y lo más importante, todos debemos jurar silencio, de aquí y de nosotros no saldrá nada de nada ni mañana ni nunca.

“Salud” dijeron . Cada uno dijo “lo juro”. Y levantaron las copas sellando el pacto.

___Muy bien, ahora hay que acordar cómo vamos a entrar.

___Ps ni modo de pedirle las llaves a Chico G, además de investigar para qué las queremos, no las va a soltar — Dijo el Agricultor.

___ No claro que no – dijo el Tendero – lo conozco muy bien y capaz nos denuncia.

___ Ps no queda otra que tumbar el candado y las cadenas — dijo el Ranchero.

___Andale! – terció el Cantinero – se me ocurre que nos ayude Chuy Melendrez, ahí vive cerca de la iglesia y debe tener con qué tumbar el candado.

___ Ps no quedamos que nadie se enterara—dijo el maestro.

___No no pasa nada – dijo el cantinero – lo conozco muy bien y con unos cinco pesos que le demos se va a callar la boca. Se los aseguro. Además aquí en la cantina tiene una deuda conmigo, lo puedo amenazar.

___Cinco pesos es mucho dinero – dijo el Ranchero – no los gana en un mes.

___Ps por eso, tiene que ser algo atractivo pa que se calle la boca.

___Ps por mi esta bien – dijo el agricultor.

___Yo también – dijo el Tendero.

___Yo igual – dijo el Ranchero.

___Pues yo tengo mis dudas –dijo el maestro – pero confío en el buen juicio del amigo cantinero.

___ Entonces si estamos de acuerdo, vamos. Pero solo sacamos unos santitos y nos regresamos aquí a la cantina. Nada mas. – propuso el cantinero.

Vamos pues a buscar a Melendrez.

Antes de levantarse sellaron pacto de nuevo con otro trago hasta el fondo.

CONTINUARA.

 

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TRADICION ORAL FAMILIAR

LA NOCHE QUE MARCO AL PUEBLO.

CAPITULO UNO: UN EPISODIO VERGONZOSO.

ACLARACIÓN.

 En algún año entre 1925 y 1929 sucedió la siguiente historia, que no es leyenda ni mito, es una historia real que sucedió en el pueblo y protagonizada por personas del pueblo. Con el fin de no lastimar a ninguna familia actual, omito intencionalmente los nombres de quienes participaron.

De nuevo hago la reiterada aclaración de que tomo datos de la tradición oral de mi familia, por lo que pueden o no coincidir con las versiones de otras familias.

Asi mismo, la narración será “Novelada”, es decir se escribirá como si fuera una novela

ANTECEDENTES

 Era un día que pintaba para ser como cualquier otro en el Pitiquito de los años 20s del siglo pasado.  Aunque “oficialmente” la lucha armada llamada revolución ya había concluido, en el país aún se vivía un cierto reacomodo de las fuerzas y grupos que habían triunfado en la Revolución. El grupo Sonora era el que prácticamente estaba gobernando: Alvaro Obregón asumió la Presidencia, se quiso reelegir, lo asesinaron y le siguió Plutarco Elías Calles.

Elías Calles se consideraba a sí mismo como un “progresista” y sus ideas eran las de un estado fuerte y rector de la vida nacional. Era anticlerical; no es que fuera no creyente, sino que era no practicante de la religión y pensaba que la iglesia tenía demasiada injerencia en el Gobierno por lo que había que ponerle un freno. Promulga la Ley de Cultos en la que reafirmaba la separación de iglesia y estado, prohíbe prácticamente las celebraciones religiosas y “expropia” los bienes de la iglesia principalmente los templos, conventos, escuelas católicas, etc. de todo el país.

Eso provocó y dio inicio a otra guerra interna entre 1924 y 1929. La “Guerra Cristera” se le llamó. Tuvo su epicentro principalmente en Jalisco, Nayarit, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Zacatecas, Hidalgo y Ciudad de México.

En el resto del país, incluyendo Sonora, se cerraron los templos y los sacerdotes tuvieron que esconderse y andar a salto de mata. Fuera de eso, no había nada más.

A Pitiquito las noticias llegaban esporádicamente y con retraso de 3 meses en el mejor de los casos; rumores si había muchos; alguien traía un periódico atrasado de la capital y aunque fuesen noticias de 3 meses atrás, para el pueblo eran “calientitas. La radio era una novedad, estaba en pañales y Constantino de Tárnava (Pionero de la radio en México) andaba apenas haciendo las primeras transmisiones en Monterrey. Además en el pueblo no había electricidad.

Asi es que la vida transcurría prácticamente normal con los acontecimientos comunes en los pueblos, de que alguien parió, alguien más se va a casar y sutano falleció. El templo, estaba cerrado y no había sacerdote en el pueblo, ni en Altar, ni en Caborca, por lo que los bautizos y las bodas tendrían que esperar para… algún día, sin saber cuándo.

 Había sido un día fresco a pesar de que ya se anunciaba el verano. Había habido buenas equipatas en invierno pero siempre se deseaba más agua. Las huertas no sufrían de sed gracias al sistema de riego que se alimentaba de los aguajes en el río. Se aproximaba la cosecha de trigo que cada vez se sembraba en mayor cantidad para poder entregar en el Molino Harinero La Union, que tenía apenas unos 13 años de construido. Un grupo de Pitiqueños entusiastas habían constituido la sociedad que dió origen al Molino. Entre ellos Don Eduardo Bustamante (Mi Bisabuelo) quien puso las acciones a nombre de su hija Agueda Bustamante Lizárraga (Mi abuela paterna). Algo insólito porque en 1909 ninguna mujer participaba en ningún tipo de negocio.

 LA REUNION

 Por la tarde de ese día un grupo de amigos había acordado reunirse para platicar “los últimos acontecimientos”, en casa de uno de ellos. Eran un Maestro de escuela, un Tendero, un Cantinero (Dueño de una cantina), un Labrador (Asi le llamaban al agricultor en aquellos tiempos), y un Ranchero (Dueño de un rancho). No eran cualquier persona del pueblo pues. Eran personas importantes e influyentes, todos sabían leer y escribir, todos tenían sus familias y su manera honesta de vivir.

El maestro en especial por su profesión, era un incansable lector y tenía contacto por carta con amigos de otras partes del país. Era fiel admirador del Presidente de la República a quien conocía personalmente. Podríamos decir que, del grupo de amigos, él era “el intelectual” sin demeritar en nada al resto de sus compañeros, quienes eran brillantes “pensadores y conversadores”, todos con ideologías muy similares.

Uno a uno comenzaron a llegar a la “oficina” que el Tendero tenía en su casa, atrás, en el patio y que tenía entrada independiente. En realidad, era un cuarto aislado del resto de la casa en el que acumulaba cosas personales entre ellas un escritorio y un librero con libros, mapas, cartas y esas cosas. Ahi se reunía con sus amigos frecuentemente, era un lugar discreto y jugaban barajas y dominó.

Cuando ya estuvieron todos, los cinco, sacó una botella de mezcal y ofreció una copita a cada uno.

La conversación fue mas o menos así:

“__ Y qué hay de nuevo.

___Pues lo último—dijo el Maestro—es que las fuerzas del ejército le asestaron una paliza a los rebeldes en la zona de los Altos de Jalisco; los templos están cerrados como sabemos pero la turba los abrió y saqueo las imágenes y los santitos.

___Y a dónde se los llevaron – quiso saber el Ranchero.

___Pues la información dice que las fuerzas federales hicieron un cateo general en el pueblo y decomisaron todas las imágenes, cuadros y santos de bulto que encontraron, las apilaron en la plaza y les prendieron fuego.

___ ¡Bien! — dijo el Agricultor.

___ !Anda hasta que se esta haciendo algo efectivo! – dijo el Tendero, casi eufórico.

___ Y ¿Cuándo fue eso? – quiso saber el ranchero.

___ La última carta que recibí fue ayer, de un amigo de Guadalajara, y trae matasellos de hace más de un mes.—Respondió el Maestro

___ A bueno no hace tanto – Dijo el Cantinero.

___ Y ¿Aquí en Sonora que se esta haciendo? – pregunto el Agricultor.

___ Lo que sabemos es que el Obispo y la mayoría de los padrecitos andan huyendo por la sierra. Unos dicen que a la mejor se pasó al otro lado. No se sabe de enfrentamientos armados. Hubo algo en el sur por Alamos y otro levantamiento por rumbos de Granados, pero no fueron importantes.

___ Yo lo que veo es que aquí en el estado la gente no quiere bronca. Están muy enojados en los pueblos porque están cerradas las iglesias y porque no se permiten los oficios, pero hasta ahí. — Opinó el Tendero.

___ Si – dijo el Maestro — pero eso no quiere decir que en cualquier momento una chispa encienda la hoguera… Si los ánimos están caldeados, con cualquier loco que llegue al pueblo y se ponga a arengar y opinar, la gente se va a alzar.

___ Andale – terció el Ranchero—por eso mismo ya le pedí a mi compadre el Presidente Municipal que estén muy al pendiente de cualquier extraño que llegue al pueblo.

___ Pues no hay que confiarse– terció el Cantinero–  El otro día me dijeron que en Zaragoza por allá por rumbos de la Chineña, se habían juntado unas pocas de personas, muy sospechosas y sobretodo que habían llegado algunas señoras en carruaje, señoras de aquí del pueblo.

___ Pues es lo que quería yo comentarles – dijo el Maestro—por eso les pedí que nos juntáramos. Yo también supe de esa reunioncita, y al parecer hay algunas personas influyentes atrás de eso. Dicen que quieren abrir la iglesia, quitarle los candados y dejar que la gente vaya a rezar o visitar aunque no haya misas, ni bautizos ni nada de eso por no haber padre.

___ ¡Pero como es eso!! –gritó el Ranchero—eso sería una abierta provocación al gobierno y al Presidente Calles. Se estaría violando la Ley. No debemos permitir que eso pase – dando un manotazo en el escritorio.

Eso es lo que el Maestro esperaba oír para iniciar su discurso:

___ ¡!Exactamente!!—gritó y se puso de pie caminando por el cuarto – Miren compañeros: Mis contactos en los pueblos de la región, desde Magdalena para acá, me comentan que hay todo un movimiento clandestino, oculto, pero apoyado por personas importantes en cada pueblo; ese movimiento, aunque no hay forma de comprobarlo aún, sin duda esta preparando algo, ¿Qué? No sabemos, pero sospechamos que puede ser una toma generalizada de las iglesias de nuevo, eso para empezar, y después irían contra “nosotros” los “nacionalistas” los que apoyamos al Presidente Calles. Por eso es imperativo que tengamos cuidado y andemos con pendiente.

Todos los presentes apuraron sus tragos, tragando gordo, y se sirvieron más del sabroso mezcal.

___Eso sería muy grave –dijo en voz alta el Agricultor — ¿Entonces qué debemos hacer Maestro? ¿Armarnos?

___No estaría de más – terció el Ranchero – Yo tengo varias armas por si alguien necesita.

___ Yo quisiera saber de que lado realmente esta el Presidente Municipal – dijo el Cantinero – Conociéndolo yo tengo mis dudas de que nos apoye. Su mujer es casi una beata de la iglesia. Y es de las más disgustadas con la situación.

___No no creo, mi compadre sÍ nos apoyaría dado el caso, aunque la comadre se le eche encima, y es brava jajajajaja – dijo el Ranchero.

 Todos rieron y apuraron el quinto trago de mezcal con lo que se acabo la botella, pero el Cantinero había traído consigo otra, la cual procedieron a abrir y llenar las copas de nuevo.

 ___A ver Maestro usted que piensa un poco más claro que nosotros, ¿Qué propone? – Dijo el Tendero.

El Maestro carraspeó un poco y se pasó otro traguito de mezcal y dijo:

___Yo creo que si nos quedamos de brazos cruzados, esperando a ver que pasa o cómo se desarrollan los acontecimientos en otros lados, nos van a agarrar dormidos. Debemos dar un primer paso, aquí en Pitiquito, que sea lo suficientemente grande y que mande un mensaje muy claro a todos los rebeldes de aquí y de toda la región.

___A quien hay que matar—dijo el Ranchero y soltó la carcajada, el alcohol ya estaba haciendo efectos.

CONTINUARA.

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RECUERDOS Y NOSTALGIA

¿INDIOS ESPAÑOLES?

¿Cómo y cuando aparecieron los “Yndios Españoles”?

Me he topado con varios asientos parroquiales de 1820s en los que aparece esa identificación. Quiero pensar que probablemente eran los que nosotros conocemos como “Mestizos”, hijos de Español(a) e indígena, pero ni en los libros de historia ni en textos de la colonia aparecen los “Indios Españoles”. Sin embargo en Pitiquito y Caborca de esa época así como había indios Pimas, Yaquis, Papagos y Yumas, había indios españoles.

Una muestra:

“En el año del señor de mil ochocientos y veinte y uno, día quince de febrero, yo Fr. Faustino González, ministro de este pueblo de Cavorca, bauticé a un niño que nació el día diez de (mismo) año y mes, a quien puse por nombre Joseh Escolástica, hijo de Joseh María Motezuma y de Magdalena Molina, Yndios Españoles de este dicho pueblo. Fueron padrinos Carlos Cordero y su mujer Refugio Serrano, a quienes advertí, el espiritual parentesco y demás obligaciones. Para que conste lo firme en el dia, mes y año. Fr Faustino González”

Y así hay varios niños hijos de “Yndios Españoles.”

El asiento que sigue al anterior, no deja lugar a dudas que unos eran los Yndios Españoles y otros los Españoles puros. Además como dato curioso fíjense en donde vivía esa familia. Resalto en negritas, ambos datos.

“En el mismo día quince de febrero del mismo año, bauticé un niño que nació el día antes, a quien puse por nombre Joseh Rafael Balentin, hijo de Luis Celaya y de Antonia Sanora, Españoles de razón, que viven en el Rancho del Ojo de Agua, junto al pueblo del Pitic, visita de esta Caborca. Fueron padrinos Joseh Jesus Mendez y su mujer María Jesus Barela, vecinos Españoles de este pueblo de Cavorca….”

No queda duda entonces que los Españoles de Razon eran diferentes a los Yndios Españoles.

Y el segundo dato, se los dejo como reto a mis paisanos: ¿Cuál sería el Rancho del Ojo de Agua, junto al pueblo del Pitic? Era 1821, alguien sabe?.

Por otro lado, yo no se si Fray Faustino González tenía mala ortografía o la tenía su antecesor Fr. Juan Diaz pero en algo tan básico e importante como el nombre de su parroquia difieren entre “Cavorca” (Faustino González) y “Caborca” (Juán Diaz). Entre uno y otro hay aproximadamente 30 años de diferencia en su estadía en Caborca. Hay asientos parroquiales de Fr. Juan Diaz de 1770 y Fr. Faustino González aparece hasta 1805, 1807 aproximadamente.

Fr. Juán Diaz usaba mucho los apóstrofes, ya en desuso actualmente, por ejemplo para escribir “Purísima Concepción” Ponía Pmª. Conpºn. Otro dato curioso, en los matrimonios no asentaba los apeidos de los contrayentes, no sé si sería la usanza en 1772 por ejemplo:

“En este pueblo de Psma. Concion. De Caborca, en diez y siete días del mes de mayo de mil setecientos setenta y dos, yo el…(ilegible) mtro., hechas las devidas diligencias y no resultando impedimento, casé caramfacie eclesiaste a Francisco con Jphâ (Josefa) en primeras nupcias, siendo testigos….” Y así están todos los matrimonios celebrados por este Frayle.

MATRIMONIOS 1772

 

La imagen anterior corresponde a:

“En este pueblo de la Purísima Concepción de Caborca en treinta y un días del mes de julio de mil setecientos setenta y dos, hechas las devidas diligencias, y conseguida la dispensa a ultramarino por el Benemérito Don Joseph Nicolás Almesan (Ilegible en realidad) y por su encargo casé Caram Facie Eclesie a Don Antonio Serrano, del Reyno de España oriundo de la Ciudad de Xerez de los Caballeros, con Doña Josefa Mendoza y Castellanos, viuda, vecina de este pueblo de Caborca. Fueron testigos….”

Lo curioso aquí es que hubo una dispensa otorgada por un personaje, quiero pensar que de España por lo de “ultramarino” y es muy probable que la dispensa haya sido para casarse con una viuda. A diferencia de los asientos en los que casa a indios u otras gentes, aquí si hay apeidos de los contrayentes.

En la siguiente imagen corresponde a un triple matrimonio, donde todas las contrayentes son viudas e igual no hay apeidos de los contrayentes.

MATRIMONIOS 1772

“En el pueblo de la purísima concepción e Caborca, en veinte y un días  del mes de febrero de mil setecientos setenta y tres años, yo el intra….(No le entiendo) ministro, hechas las devidas diligencias y no resultando impedimento case conamfacie Eclesie a Thomas con Rossa Viuda”

A Joseph con Jertrudis viuda”

A Juan Manuel con María Ignacia, viuda; siendo testigos Antonio y Pedro, y para que conste, lo firme en el dicho día, mes y año”     Fr. Juan Diaz.

En la imagen que sigue, que es de un asiento parroquial de 1785, se aprecia que la niña bautizada, nació en el “Pueblo del Pitiquí.

BAUTISMOS PARVULOS DEL PITIQUÍ

Lo cual de nuevo nos lleva al tema de en qué fechas cambió de Pitic a Pitiquito. Ya en el artículo anterior toque el asunto y debo decir que ya tenía conocimiento que también se le llamaba “Pitiquí”. Entonces podemos concluir que entre 1700 y 1778 fue Pitic, luego entre 1780 y 1825 Pitic y Pitiquí y de ahí para acá Pitiquito. Qué lástima que hayamos perdido el nombre real de Pueblo del Pitic. Con una iniciativa en el Congreso podríamos recuperarlo con los costos de papelería e identidad que eso acarrearía.

Los de la colonia Pitic de Hermosillo van a decir que “qué igualados” que los copiamos; y si hubiésemos conservado el nombre, los copiones hubieran sido ellos.

Hasta la próxima.

 

 

 

 

 

 

 

 

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RECUERDOS Y NOSTALGIA

EN BUSCA DE MI HISTORIA

“En el año del señor de mil ochocientos y vente y uno, día once de junio, yo Fr. Faustino González, ministro de este pueblo de Cavorca (Asi se escribía en esos años), bautice a un niño que nació el día antes en este mismo pueblo, hijo de (Omito el nombre porque el apeido aún existe en Caborca), soltera, y de padre no conocido. Vibía en la bonanza de Los Llanos,(Ignoro si era una comunidad cercana) y vino aquí como vienen otros y otras, para mal exemplo de los pobres yndios  y para el de tantos gentiles que llegan al pueblo, y no dejan de advertir las malas costumbres, sabiendo de vastante embarazo, para agregarle al gremio de Ntra Sra Madre Yglesia. He puesto en catorce años que llebo, los posibles medios, para que toda persona de malas costumbres se aparte de este pueblo, de mi cargo, pero (no) vasta que el ministro lo ordene para que pongan los jueces mas empeño en permitir mayores males. Puse al niño, Jose Joachin del Espiritu Santo y fueron padrinos…. (Omito nombres). Fue bautizado en la Yglesia y solemnemente para que todo conste, lo firma en el mismo dia, més y año. Fr Faustino González.”

Al lado de este escrito, hay un número que supongo es el número de acta y escrito “Jose Joachin del Espiritu Santo, hijo natural de padre no conocido”.

Para mi sinceramente ha resultado todo un agasajo introducirme en recónditos archivos y remontarme a más de 200 años atrás. Hace un mes inicié con la formulación de mi árbol genealógico y para ello me di de alta en una plataforma de internet que te ayuda a buscar tus ancestros. Primera vez en mi vida que puedo decir, Bendito internet ¡!!! Tenía mucha desconfianza por lo que podría resultar, a la mejor un fraude o puras mentiras.

Pues no. Que resulta que al inscribirme y pagar una pequeña cantidad equivalente a 200 pesos, tuve acceso a los archivos digitales de más de miles y cientos de miles de documentos del país y del estado. Por ejemplo: libros de “asientos parroquiales de matrimonios, bautizmos y defunciones de 1670 a 1930” aparecen los de Caborca y de Altar. Pitiquito no. “Actas de Registro Civil de 1860 a la fecha” de cualquier lugar del país. “Censos de población de 1930 a la fecha” detalladísimos con nombres de personas edades, etc.; “Cruces fronterizos” desde que Arizona pasó a Estados Unidos a la fecha, etc. Etc.

El Registro civil inicia en 1860 con Benito Juárez como Presidente. Hasta antes de esa fecha era la iglesia, los sacerdotes, los encargados de llevar un registro por escrito de nacimientos, matrimonios y defunciones. El acta transcrita arriba y con la que inicio este  artículo la tomé del libro de la “parroquia de la Purísima concepción de Cavorca” y esta transcrita textualmente respetando la ortografía del español antíguo.  La transcribo como una curiosidad – al menos para mi – pues refleja mucho de los usos y costumbres de la época. Imagínense 1821, una mujer se presenta a bautizar a un niño de padre desconocido!!! Casi casi una blasfemia. Y por eso el Fraile Faustino González redactó el acta de esa manera, para que constara que él había puesto todo su empeño para erradicar esas malas costumbres (Emabarazrse sin estar casada)y le echa la culpa, a la mujer primero, y a los jueces después.

Puedo confesar que prácticamente leí una por una las mas de 500 hojas asentadas en varios libros de varios años desde finales de 1700 a a 1860. En cada hoja se asentaban dos, tres o más bautizos, por ejemplo, o dos matrimonios o defunciones. He encontrado datos curiosísimos para mi, algunos ya sabidos y conocidos, pero no tenía las pruebas.

Por ejemplo, algo que ya sabía es que Pitiquito era “PITIC”. En todas las actas desde los 1700s y hasta 1825 se le menciona como “Pitic”, y “el pueblo del Pitic”. Hasta 1823 en el libro parroquial de nuestra señora de Guadalupe, de Altar, aparece por primera vez “originario del Pitiquito”; pero todavía uno o dos años más se sigue usando indistintamente Pitic y Pitiquito. Hasta 1825 al menos en esos documentos ya se regulariza y se le menciona solo como Pitiquito.

Yo no se en qué año exactamente se le dejó de llamar Pitic y no se si fue por disposición de alguna ley o congreso o autoridad o cuando se constituyó como municipio. Tal vez Marcos Celaya, Cronista del pueblo, lo sepa. Y me gustaría saber quiénes y porqué razón tomaron la decisión de quitarle Pitic y ponerle Pitiquito. Yo tengo otra teoría pero la contaré después.

Otra cosa que me llama la atención. Más del 70% de los asientos parroquiales, todavía hasta 1830 correspondían a “Yndios”. Asi lo escribían en el español antíguo. En el Pitic había, según los asientos parroquiales, Pápagos, Pimas, y Yaquis (“hiaquis” se escribía). En Caborca había los mismos, pero en algunos se mencionan “Yumas” indios Yumas pues. Y hay un acta en especial, que me llamó la atención porque el fraile dice que bautizó a una moribunda indígena del pueblo de “los que habitan en las arenas, por estar cerca del mar”, es decir no la identifica con ninguna tribu o etnia conocida.

Yo creo que los frayles que eran misioneros en realidad, invertían su tiempo en catequizar a los indios y por eso hay hojas de los libros en que el mismo día bautizó a 8 indígenas niños y adultos; o bien casó a varias parejas de indios, muchas veces de distintas tribus los contrayentes.

Mi duda es ¿En qué momento se acabaron los indios? ¿Si hasta 1830 siguen apareciendo frecuentemente y en abundancia porqué después ya no?  El registro civil de 1860 para acá, todavía hasta finales de los 1800 ponían “Fulano de tal, indígena” o  “hijo de fulano de tal indio Pima” o cosas parecidas. Y a los que no eran indígenas les ponían “Gentil de razón, originario de…” y si era Español, se ponía tal cual “Fulana de tal, Española”. Obviamente la intención era diferenciar y dejar muy claro quién era indio y quién no, quién provenía de indios y quiénes no.

Quiero pensar que en algún momento la Federación prohibió hacer tal distinción y por lo tanto DESAPARECIERON LOS INDIOS y de ahí pa acá, TODOS IGUALES.

La próxima semana continúo con otras curiosidades encontradas.

Para los curiosos solo les diré que mi árbol genealógico ya tiene más de 110 personas y ya está completo desde mis hijos hasta mis tataratatabuelos, choznos y más alla, son 7 generaciones y por los dos ramas, la paterna y la materna, con mas de la mitad de las actas de nacimiento, matrimonio y defunción y con fotos hasta de mis bisabuelos.

 

Gracias por leerme.

 

 

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PERSONAJES DEL PUEBLO

ESCUELA PARA MUJERES II

Cuando en el pueblo se supo del regreso de Juanita, las visitas en casa no se hicieron esperar ya que se corrió la voz que había bailado con el Presidente y más aún que traía la autorización para la Escuela para Mujeres.

No era cualquier cosa la hazaña de Juanita. Situémonos en la época, en el momento. 1890 y tantos, México estaba prosperando aceleradamente con Porfirio Díaz en el poder: Grandes construcciones de arquitectura afrancesada estaban surgiendo en la Capital del país y en otras ciudades; el ferrocarril crecía aceleradamente gracias a que Díaz estaba concesionando tramos completos para que compañías extranjeras construyeran las vías y operaran esos tramos; se estaba dando gran impulso a la explotación del mar, la minería y la producción agrícola. El gobierno tenía una eficiente estructura de recaudación de impuestos a pesar de las distancias enormes y a la falta de caminos en buen estado. La sociedad, “la gente bien”, estaba más que conforme con el gobierno de Díaz, les iba muy bien, sus haciendas eran cada vez más ricas, la industria comenzaba a moverse gracias al vapor y al petróleo. Quien no estaba conforme era el pueblo, la clase baja asalariada y casi esclava de los hacendados. La desigualdad era enorme.

Pero en Pitiquito si bien es cierto no habían llegado todos esos progresos, si había “gente bien”, si había caciques dueños de tierras y ricos. Y también gente jodida.  Pero estoy seguro que había algo que los unía, que era el deseo de que los hijos fuesen a la escuela a la única que había, la Escuela para Varones. Y ahí se mezclaban ricos y pobres y hasta ahí llegaba la igualdad.

Juanita pertenecía a la familia Lizárraga Ortega. Gente bien, familia acaudalada para la época. Su padre Don Francisco Lizárraga era entre otras cosas Recaudador de impuestos para el Gobierno de Porfirio Díaz y cada cierto tiempo iba a la Capital a hacer entrega en persona, de lo recaudado. Imagínense atravesar todo el país en carruaje de bestias y después en tren, con una cantidad de dinero en efectivo encima.

Juanita por lo tanto no tenía necesidad de estudiar. Su vida estaba resuelta: A su debido tiempo se le buscaría un marido a su medida, se le daría una casa y a tener hijos y tan tan.

Pero en Pitiquito nunca se sabe que pasará. Nunca se sabe cómo van a terminar las cosas.

Cuando se supo lo de la Escuela para Mujeres, muchas niñas y muchas mujercitas de 13, 15 17 años, se alegraron y muy dentro de si, daban gritos de felicidad; no podían expresarlo abiertamente porque sus padres las regañaban; otras, las menos, se atrevían a decirle a sus padres que en cuanto estuviese lista la escuela, querían estar ahí.

Como era de esperarse – y como sigue sucediendo aún hoy a más de 100 años – el pueblo se dividió. El pueblo siempre se divide en los asuntos importantes, aunque al final, termina jalando pa donde mismo.

Los hombres, los jefes de familia en su inmensa mayoría se opusieron a la apertura de la escuela. Por ningún motivo dejarían que sus santas hijas acudieran a que les enseñaran “quien sabe que cosas que ni falta les hacen”. “Si así estamos bien, pa que le mueven al avispero”. Las mujeres, las señoras secretamente apoyaban a sus hijas y deseaban que ellas aprendieran lo que se les había negado.

 

En mi familia es famosa la historia de Tía Mónica, mi Bisabuela Paterna (Que dicen ya de grande fue tremenda) quien desde niña mostró su deseo de ir a la escuela, como sus hermanos. La familia de mi abuelo paterno vivía en la milpa “La Constitución” alejados del pueblo, en Zaragoza. Mi Tatarabuelo, el papá de Tía Mónica, se negó rotundamente y a gritos y golpes en la mesa dejó muy claro que por ningún motivo su hija asistiría a la escuela “eso no es para señoritas, es para varones nada más, asi ha sido siempre”.

Mónica tenía un carácter firme y era terca.  Siguió insistiendo y pidiendo asistir a la escuela. Hizo enojar a su papá, el cual furioso le dijo: “¡Si te atreves a ir a la escuela, te vas de esta casa, dejas de ser mi hija!!!”. ESTO SUCEDIÓ MUCHOS AÑOS ANTES DE LA ESCUELA PARA MUJERES.

Adivinen que paso.

No sé cómo pasó. En la tradición oral de la familia no recuerdo que se dijera cómo le hizo Tía Mónica para… IRSE DE LA CASA, LLEGAR AL PUEBLO Y ¡!ENTRAR A LA ESCUELA PARA VARONES¡¡  Calculamos que así debe de haber sido porque era la única que sabia leer y escribir.

En contra de los deseos de su padre, en contra de su autoridad, que para la época era tanto como deshonrarlo y exponerlo a la burla del pueblo.

Esas eran viejas diríamos ahora. Era tal su desesperación por conocer cosas nuevas, por saber más, por “conocer mundo”, que se fue al pueblo y con toda seguridad algún pariente debe de haberla acogido. Cuentan en la familia que ya señorita y mujer Tía Mónica fue muy vaga y sumamente dicharachera, platicadora, amiguera y con una inteligencia y picardía únicas. Se iba en carruaje de Pitiquito a Caborca a visitar parientes y amigos. O agarraba rumbo a Santa Ana, etc.

Estoy seguro que así como Tía Mónica varias mujercitas del pueblo deben de haber enfrentado las negativas de su padre para asistir a la escuela. Esas fueron LAS PIONERAS, son las que abrieron brecha, son las que demostraron que no pasaba nada, que seguían siendo tan mujeres como siempre y que podían igual procrear y criar hijos y formar una familia.

Ojala en algún lado, en algún archivo exista la primera generación de la Escuela para Mujeres para rendirles un homenaje a ellas y a Juanita Lizárraga. Fueron mujeres sin miedos y sin prejuicios.

Juanita a propósito, no se casó, siguó soltera toda su vida, siguió siendo “Señorita” (Asi decían en el pueblo a las quedadas). Murió de 104 años en la milpa al otro lado del río que ahora es propiedad de Luis Cañez.

Estos últimos datos y otros junto con la foto de Juanita Lizárraga que aparece arriba, con el vestido elegantísimo que uso para el baile con Porfirio Díaz, fueron proporcionados por Jorge Luis Lizárraga Barrios, sobrino Bisnieto de Juanita. Gracias Jorge y familia. Y se publica esta versión de los hechos con autorización de él, a pesar de las diferencias en las tradiciones orales familiares.

Si amplian la foto de Juanita que aparece arriba, podrán apreciar los detalles del vestido, de los aretes, pulseras y cadenas. No se puede apreciar de qué tema era el libro que tiene en la mano, pero se puede concluir que sabía leer!!

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PERSONAJES DEL PUEBLO

ESCUELA PARA MUJERES

Cuando yo entre a la escuela primaria la maestra del grupo era ¿Elvia Ortega? Quien a mitad del ciclo escolar renunció para casarse con Nachito Estrella. La sustituyo como maestra Conchita Estrella Tiznado, que estaba recién graduada creo yo, de maestra, y es de quien aprendí a leer y escribir. Era joven, entusiasta y con mucha vocación y la recuerdo enseñándonos las letras con unas cartitas que traían un dibujo.

En el kínder, un año antes tuve de maestra a su hermana, Chita Estrella Tiznado y aún veo cuando nos contaba y leía cuentos. Fabuloso. Y unos años después, en cuarto de primaria, tuve de maestra a otra hermana de ellas, Amanda, Mami Estrella Tiznado, quien tenía fama de regañona y cacheteadora, pero yo no tengo queja al respecto, siempre me trató súper bien. Ella me enseño las tablas de multiplicar hasta el 10.

Los hermanos de ellas, Sergio, Mario, Gochi, Jorge son también profesionistas en distintas disciplinas.

Como ésta entrañable familia, hay otras en el pueblo que también tuvieron y tienen mas de dos profesionistas.

Los puse de ejemplo para tratar de destacar que en Pitiquito, desde hace muchos años, cien o más, ha existido una preocupación verdadera y profunda por la educación. Yo no sé si en otros pueblos de tamaño similar en el estado, exista la misma preocupación y cultura.

Desde siempre ha existido las ganas de los jóvenes por progresar y prepararse y de los padres por apoyarlos con y como pueden.

Mi padre, Miguel Méndez Bustamante, estudio en Hermosillo, con el Profesor Heriberto Aja, en los años 30s y se graduó y tituló de “Tenedor de Libros” el equivalente al Contador Público de hoy.  Ahí está en casa el enorme título que lo acredita como tal. Obviamente en esos años eran pocos, poquísimos los que salían a estudiar fuera, era difícil, no había ni carreteras, ni medios de comunicación como hoy y además “pa qué salir a estudiar, si no vas a poder trabajar en el pueblo, no hay dónde. Mejor quédate aquí en el rancho, o en el campo, te va mejor”.

Con el correr de los años, cada vez fueron más los muchachos que salían a estudiar y en los 50s ya algunas mujeres también se animaron y cada vez se fue ampliando más el horizonte y a falta de algunas carreras en Hermosillo, la opción era la ciudad de México. El Dr, Benjamín Lizárraga debe de haberse ido a a estudiar a la UNAM a principios de los 50s creo.

En los 60s y 70s fue un boom podríamos decir, más en los 70s cuando ya se abrió la prepa en Caborca.

Hoy ya nadie se asombra, hoy ya no son excepciones los que salen a estudiar, más bien al contrario, son excepciones los que se quedan en el pueblo y no intentan estudiar una carrera profesional.

A finales de 1800 y principios de los 1900 en Pitiquito existía sólo la Escuela para Varones a la cual acudían pocos chamacos del pueblo. No se hasta qué grado llegaban. Por muchos años su maestro fue Santos G. Lizárraga.

Las mujercitas no tenían esa oportunidad, no había escuela para ellas y la costumbre en las casas era que no estudiaran y se quedaran a aprender los quehaceres del hogar consistentes en cocinar, limpiar, bordar, coser prendas y llevar una casa en forma, con lo cual se preparaban para ser unas excelentes mujeres casaderas y después unas buenas esposas, “como Dios manda”.

Pero siempre ha habido mujeres luchadoras, guerreras decimos ahora. Esas que no se conforman con su situación y que pelean por lo justo. Imagínense una mujer en 1890 en el pueblo, peleando por la igualdad, por la equidad.

En alguna de las tantas familias Lizárraga del pueblo debe haber alguien que se sepa la historia completa y con más detalles. Yo solo cuento lo que oí muchísimas veces en mi casa, o sea, tradición oral, no me sé las fechas exactas ni si el nombre era ese realmente, ni a qué familia Lizárraga, pertenecía.

Juanita Lizárraga, era una muchacha joven, tal vez de unos 20 años. Dicen que era físicamente agraciada, guapa, ojos claros y con mucho porte, como correspondía a las damitas de la época. Juanita no estaba de ninguna manera conforme con la situación. No estaba de acuerdo con que en el pueblo solo existiera Escuela para Varones y no existiera una Escuela para Mujeres. No se le hacía justo que los hombres si, y las mujeres no, tuvieran acceso a la educación. Ella había deseado muchas veces, durante su infancia y adolescencia, estar en una escuela y recibir el saber de los libros. Sabía leer y escribir, porque se lo habían enseñado en casa y tenía acceso a libros que había en casa y que con toda seguridad los hombres compraban o recibían.

Probablemente era hermana de Don Santos G. Lizárraga, el maestro de la escuela para varones, o pariente cercano y de ahí su interés y vocación, porque ella hubiera querido enseñar a las niñas del pueblo.

Ella sabía que en otras partes de la república se habían ya abierto Escuelas para Mujeres. Cómo lo sabía tomando en cuenta que estamos hablando de 1890 y tantos, en un pueblo en medio del desierto con poca comunicación al exterior, no lo sé.

Era tal su inconformidad con la situación que tal vez pensó “alguien tiene que hacer algo, pero tiene que ser una mujer, a los hombres les vale”. Y en su cabeza comenzó a tomar forma la idea de pedirle al mismísimo Presidente de la República, Don Porfirio Diaz, que se autorizara y se abriera una Escuela para Mujeres en Pitiquito. Podría escribirle una carta y mandarla a Palacio Nacional, pero con toda seguridad no la recibiría el Presidente sino algún segundón. Trasladarse a la capital hasta Palacio Nacional, parecía una aventura para locos tomando en cuenta que la Ciudad de México está a 2800 kilómetros, “pero no imposible” pensó.

Para darnos una idea de la firmeza de su carácter, del tipo de mujer que era y de sus convicciones consiguió – ¿Cómo? Quien sabe- primero, que la dejaran ir a la Capital y segundo que la trasladaran hasta Santa Ana, Sonora, distante a 100 Km de Pitiquito para tomar el tren, que unos años antes se había inaugurado y al cual jamás se había subido.

La llevaron en carruaje de mulas a Santa Ana, debe de haber hecho un día y medio cuando menos y ahí tomó el ferrocarril de vapor a la ciudad de México. Probablemente alguien la acompañó, no lo sé.

El caso es que Juanita llegó a la Capital, enorme ya para esa época, se trasladó a Palacio Nacional y – de nuevo ¿Cómo? Quien sabe—pero logró una audiencia con el mismísimo Presidente Porfirio Díaz quien la recibió y escuchó su petición.

Tal vez prendado por la belleza de Juanita, Porfirio Díaz le dijo que esa noche daría un baile en su residencia particular – que creo era el mismo palacio nacional—y que la invitaba al baile y que ahí le daría la respuesta.

Juanita le dijo que “encantada, gracias por la invitación Señor Presidente, ahí estaré”. No era como para andar con remilgos después de haber viajado tantos días y desde tan lejos.

Esa noche y en Palacio Nacional, Juanita Lizárraga, de Pitiquito, Sonora, bailó con el Presidente Porfirio Díaz quien ya llevaba la autorización en mano “para que se abriera la Escuela para Mujeres en Pitiquito, Sonora y se asignara una maestra que la atendiera”.

Cuentan que se la entregó no sin antes hacer elogiosos comentarios de tan “inteligente, enjundiosa y bella Dama”.

Semanas después Juanita regresó al terruño y comenzaron los preparativos para abrir la Escuela para Mujeres, causando una revolución literal en el pueblo, lo cual contaré en el próximo TIERRA ADENTRO.

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PERSONAJES DEL PUEBLO

URGE TAPON II

Yo no sabía que la historia famosísima de “URGE TAPON…” de Alonso Grijalva (Personaje que merece de verdad un libro entero con sus anécdotas) (Pásenmelas yo lo escribo jajaja) tenía una segunda parte, al menos yo no la había escuchado, pero ahora que me la contaron vale la pena darla a conocer.

Me la contó Arturo Pompa, “El Piza” para más señas, hijo del “Zurdito Pompa”, Don Lorenzo Pompa L. Yo la doy por buena porque me asegura que su papá, o sea Don Lorenzo estaba presente y él, Arturo, se la escuchó muchas veces.

Para quienes no saben o no se acuerden Don Lorenzo Pompa, mejor conocido en el pueblo como “El Zurdito”, fue el Oficial del Registro Civil, toda la vida; y digo toda la vida porque yo no conocí otro. Era una persona muy respetada en el pueblo en función de su cargo y muy querido por todos también. Yo lo recuerdo serio, muy formal, aunque me dicen que era muy bromista y de risa fácil. Era amigo de mi papá y compañero de andanzas. Procreó junto con Doña Alicia, su esposa, una hermosa familia de hijos varones muy feos (Es broma) e hijas mujeres muy guapas y hermosas (Totalmente cierto). No hay en el pueblo personas de 40, 50, 60 y más años, que no tenga un acta de nacimiento o de matrimonio con la firma de Don Lorenzo Pompa L.

Por lo tanto en base a todos estos antecedentes, doy por válida la anécdota de Alonso Grijalva.

Era 1970 y Luis Echeverría Alvarez andaba en campaña para la Presidencia de la República. Vino a Sonora y Faustino Félix que era el Gobernador lo acompañó en su gira y claro, no iba a dejar pasar la oportunidad de llevarlo a su pueblo natal Pitiquito, donde era Presidente Municipal mi papá Miguel Méndez Bustamante.

Con anticipación se anunció la llegada de la comitiva al pueblo. Que yo recuerde – puedo estar equivocado obviamente—hasta esa fecha 1970, en los años cercanos nunca había estado en el pueblo un candidato a la presidencia y mucho menos un Presidente de la República. Yo sólo recuerdo que a finales de los 50s principio de los 60s fuimos a Caborca a ver al Presidente de la República que venía inaugurar la carretera federal Santa Ana – Tijuana. Era Adolfo López Mateos. Llegó en un camión, un autobús y lo vimos que sacó la mano para saludar al gentío que se había juntado enfrente de la iglesia la Candelaria en el centro de Caborca. Como en sueño me acuerdo.

No sé la fecha exacta, pero Luis Echeverría y Faustino Felix y una gran cantidad de acompañantes llegaron al pueblo también en un autobús y se armó el mitin en la plaza de armas donde se había congregado todo el pueblo esa mañana. Faustino como siempre, se sentía a sus anchas, sabía que estaba en casa, sonriente ya gritos saludaba a todos. Echeverría más circunspecto, se dejaba querer.

Subieron al quiosco todos los que debían subir: Echeverría, Faustino, Miguel Méndez y otros funcionarios. En aquel tiempo se usaban los “oradores” y uno de ellos de la comitiva inició con los discursos. Debe haber hablado Faustino también y al final Echeverría. Qué prometió o que dijo, no se en realidad y dudo que alguien lo recuerde.

eceverriaAlonso Grijalva era uno de los asistentes y Faustino lo había ya localizado con la mirada desde arriba y le lanzó un saludo. Entre los aplausos de un discurso y otro, Alonso le grito a Faustino “Faustino, no se te olvide el tapón”. Y Faustino reía a carcajadas.

Finalizó el acto y procedieron a retirarse entre la gente que a duras penas los dejaban avanzar entre saludos de mano y abrazos. Se fueron retirando rumbo al autobús y Alonso quedó muy atrás.

Pero antes de irse, Faustino preguntó “¿Y Alonso? ¿Dónde está Alonso?” Y como nadie respondía ordenó a una de sus gentes “Tráiganme a Alonso Grijalva”.  Miguel Méndez, el Zurdito Pompa, el Secre Trujillo y otros funcionarios del ayuntamiento se echaron una mirada y dijeron “Esto va a estar bueno” y se acercaron más haciendo un círculo cerrado. Mientras corrían a buscar a Alonso, Faustino puso en antecedentes a Echeverría y rápidamente le dijo quién era Alonso Grijalva, qué quería y que estuviera preparado para sus respuestas. Echeverría muy serio no respondió. Ha de haber pensado “En que lío me meterá este”.

Llegó Alonso vestido con su característica indumentaria de pantalones y chaqueta de mezclilla, pañuelo colorado asomando una punta en la bolsa trasera del pantalón, zapatos de gamusa de trabajo muy gastados y sombrero de palma ala ancha con las alas extendidas a los lados para que diera más sombra.

Los del círculo cerrado se hicieron a un lado para que entrara Alonso. “Ah cabroncito ya creiba que te ibas sin saludar” le dijo a Faustino. Volteó a ver a Echeverría y se quitó el sombrero dándole la mano.

“A ver Alonso – le dijo Faustino- Dile aquí al candidato qué es lo que quieres, pídele, aprovecha cabrón”.

“Pos muchas cosas quiero—le dijo Alonso—pero mire señor, lo que aquí en el pueblo nos hace falta es un Tapón pa detener el agua del río; ai se va toda cuando llueve, pasa pelléndose de agua y toda se tira, señor. Necesitamos, urge un tapón. Ya se lo pedí a este – señalando a Faustino el Gobernador-  pero no oye, no hace caso ni hace nada”

Faustino y todos los presentes incluyendo a Echeverría, comenzaron a reírse.

“A ver Don Alonso – le dijo Echeverría–  ¿Y dónde quiere usted el tapón?”

Y respondió Alonso:

“Donde quiera señor menos en el culo”.

Las carcajadas de todos duraron un buen rato, hasta lágrimas de risa hubo en todos.

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TRADICION ORAL FAMILIAR

ASOMANDONOS AL PASADO.

Continuando con la transcripción de datos curiosos del recorte de periódico de 1911 editado en Caborca en el que se reseñaba la boda de mis abuelos, ahora transcribiré fielmente el artículo que aparece en primera plana. Nos da una idea de lo que se estaba viviendo en esos momentos y de lo que acababa de acontecer en la república con la Revolución Méxicana, acababa de caer el régimen de Porfirio Díaz.

“EL FUTURO DE LA NACION ESTA EN LA INSTRUCCIÓN PUBLICA”.

“Es indiscutible que en la trascendental importancia de la instrucción pública, estriba el porvenir de nuestra patria.

“Si tomamos por ejemplo a la República Francesa que asombra al mundo con sus adelantos en los ramos del saber humano: a la poderosa Alemania cuyas familias tienen a honra mandar mayor número de niños a la escuela, veremos que la felicidad de los pueblos cultos, tiene su asiento en la Instrucción Pública.

“Puesto que el gobierno que acaba de  caer, relativamente a la riqueza de nuestra nación, bien poco fue el impulso que dio a este Ramo, dedicando mayor atención a otros que le proporcionaban ganancias metálicas en unión de sus correligionarios; es incalculable el mal recaído en las masas populares: que una gran parte no conocen las escuelas, siendo víctimas de la ignorancia. Díganlo los indígenas de toda la República que siempre han servido a los capitalistas como elementos autómatas para explotarlos; cultivando por un miserable salario inmensos terrenos y aún robándoles el lugar de su nacimiento y por lo tanto los medios de subsistencia.

“En Sonora… que forma gran parte de la población del Estado, su actitud ha sido de constante rebelión contra el gobierno que arrancándoles sus terrenos para cedérselos a los favoritos de la Corte, jamás pretendió llevales la luz de la instrucción a sus hogares para que formaran parte activa en el adelanto nacional: (Los Estados Unidos dieron  un paso gigantesco en ese sentido, con la civilización de la tribu Apache, por medio de la Enseñanza) la única contesta a los reclamos de su ignorancia fue la odiosa guerra, la matanza, el destierro: únicas armas de la Dictadura.

“Ahora que la aalborada de una nueva Era sonríe ante el porvenir de la nación y que hombres laboriosos, fraternales y justicieros son llamados, son llamados a ocupar los destinos de la nación, veremos el suelo de Juárez y Ocampo, circundado de escuelas donde concurran los ciudadanos del mañana, a ampararse en la sabiduría que los librará de una desgracia segura.

“Cuando los diversos tipos que forman la raza mexicana, por medio de la instrucción, comprendan sus derechos y obligaciones, como…..”

Hasta ahí lo que tengo del artículo. Como era en primera plana, debe de haber continuado en otra página de interiores, pero desafortunadamente no la tengo. Sin embargo, basta y es suficiente para entender el contexto de la época y el momento que se estaba viviendo. Como podemos apreciar, son prácticamente las mismas críticas hacia el poder y su grupo de favoritos, que se hacen hoy, 107 años después. La ignorancia siempre conviene a quien ocupa el poder. El despojo de tierras y el sometimiento de las comunidades indígenas, aún hoy, es cosa diaria en algunas partes del país.

Nos deja entrever también lo que siempre hemos sabido los Sonorenses: El carácter belicoso, de rebelión y nunca agachado de nuestros pueblos nativos. Si bien es cierto no recibían instrucción ni tenían escuelas, también es cierto que nunca dejaron de pelear por sus territorios y sus derechos. Y hasta la fecha.

 

En fin, interesante echar una ojeada al pasado para entender nuestro presente.

 

PERIODICO KBORK