“… TE SACASTE EL PREMIO MAYOR SIN COMPRAR BOLETO JAJAJAJA….”
Al regresar de Nogales, esa noche fue la primera vez que le oculte no uno sino dos secretos a mi esposita. Para que entiendan las esposas que me leen, que a veces lo que uno oculta puede ser de vida o muerte y por eso se lo guarda uno. No podía decir nada de nada a nadie. No podía decir “Fíjate que a mi jefe lo amenazo fulano de tal, de muerte” o “ Pues con la novedad de que voy a tener nuevo puesto”.
Por eso los siguientes días no fueron fáciles para mi, sin saber aún que podría haber peores.
Tal como lo dijo, Rafael estuvo todos estos días en la ciudad. Aprovechamos el tiempo muy bien. La estructura de organización nueva quedó terminada, con nombres y todo y comencé muy discretamente a hacer los arreglos para la cena reunión donde se daría a conocer. Fijamos fecha para el 23 de julio.
También en esos días salían de vacaciones en las escuelas y Carmela la esposa de Rafael se fue con sus hijos al sur del estado, Obregón y Pueblo Yaqui y otros lugares. Entonces varios días aprovechamos y nos fuimos al ejido. Cuando me decía “Miguel, vamos al ejido”, ya sabía que se refería al Rodolfo Campodónico que aunque esta en la costa y con rumbo a Peñasco, vas y vienes fácilmente el mismo día.
Junto con otros habitantes del ejido, puedo decir que recorrí casi todo, desde los campos con vid, los pozos, el poblado y lo más bonito, las playas. En verdad, las playas del Campodónico son vírgenes, hermosas, tranquilas y de una belleza impresionante. Enfrente esta la isla San Jorge, que no es mas que un peñasco que sale de en medio del mar y que esta permanentemente lleno de lobos marinos.
Hay una lengüeta de tierra que se interna en el már mas o menos un kilómetro y que tiene una anchura de unos 100 ó 150 metros. Cada vez que andábamos por alla, la recorríamos a pie y a Rafael le brillaban los ojos y le resplandecía el rostro imaginándose en voz alta lo que se podría hacer ahí turísticamente. Es tan atractiva y única, que de hace unos 20 años para acá, a la lengüeta esa le han salido más de cinco dueños y esta hoy empleitadísima y ha sido escenario de riñas con policías y todo. Cosa que seguro estoy, Rafael no hubiera permitido jamás.
Cuando íbamos “al ejido”, de vez en cuando llegábamos a otros que estaban en el camino: El Jesús García, La Almita, la Laguna Prieta, etc.
Aun con toda esa “distracción”, yo no dejaba de pensar en lo que me había confiado de las amenazas. Comencé a sentir un poco de miedo andar con él, pero no era cosa de dejarlo solo o echarme pa tras cuando probablemente más nos necesitaba a todos. Asi es que desechaba el miedo y seguía adelante.
Pero en mi fuero interno me machacaba la idea de ¿Qué tal si pasaba algo y por no decir nada, no se podía evitar? Me daba vueltas en la cabeza el que pasara algo y por no hacer nada antes, reprochármelo el resto de mi vida. No podía salir después con un “yo ya sabia”.
Y llegaba a la casa y comía y convivía y me iba a dormir como si nada pasara. Pero claro que pasaba y aquello iba creciendo dentro de mi. Algo me decía, “tienes que hacer algo, no te puedes quedar asi”. Pero otra voz me decía “no puedes traicionar su confianza, esta es una prueba”
En los siguientes días me quedó muy claro que debía tomar una decisión: O me quedaba callado y cruzado de brazos o provocaba que Rafael aceptara la vigilancia personal. Pero no sabía como hacerlo sin que aquello se convirtiera en algo obvio y desatara especulaciones.
Decidí hablar con algunos miembros del Consejo. Ellos serían los más adecuados para hacerlo entrar en razón. Rafael respeta sus opiniones y sus decisiones, en especial de dos de ellos.
Busqué un pretexto y los cite en la oficina a los dos. Nos encerramos en la sala de juntas y de manera concreta y sin alarma, les platiqué lo que pasaba. Me reservé el nombre del enemigo pero si les hice ver que no podíamos dejar a Rafael sin protección, que yo pensaba que lo mejor era que la protección viniera de los mismos ejidatarios, es decir, ponerle dos o tres ejidatarios que lo siguieran a todas partes en otro auto. Al final así nadie sospecharía, eso era totalmente común y normal, frecuentemente Rafael llegaba a los bancos u otras oficinas acompañado por varios ejidatarios. Estuvieron de acuerdo y me aseguraron que ellos lo platicarían con él.
Creo que se me quité un peso de encima… y se los eche a ellos obvio.
Yo pensé que el asunto lo tratarían solo los del Consejo con él, pero mi sorpresa fue que citaron a asamblea extraordinaria y eso significaba que estarían los representantes de todos los ejidos y el Consejo. Citaron en las nuevas oficinas que ya estaban casi a punto para cambiarnos y ya eran funcionales. No tengo la fecha exacta pero debe de haber sido el 18, 19 de Julio por la tarde.
En la asamblea se aprobó la nueva Estructura de Organización, se hablo de otros asuntos todos importantes y de verdad urgentes y ya en asuntos generales uno de los del consejo tomó la palabra y le pidió al Presidente del Consejo, a Rafael, que por favor les explicara los acontecimientos que sabían, habían pasado en su última visita a la ciudad de México.
Lo tomaron por sorpresa y el rostro le cambió, se le endureció momentáneamente, se echó hacia atrás el cabello que le caía en la frente y se paró diciendo “No es nada de cuidado, no tiene importancia”.
Relató los hechos con menos detalle de lo que me comentó a mi, trató de restarle gravedad pero los comentarios de varios fueron apabullantes. “Claro que era grave”, “claro que serían capaces de hacer eso y mas!!”, “no podemos dejarnos”, “es necesario ponerte protección”.
Se defendió como pudo, pero al final de cuentas quedó establecido en el acta de la asamblea un acuerdo en el que “la asamblea acuerda otorgar protección al compañero Rafael Muñoz Espinoza con carácter de urgente, en vista de los acontecimientos que han sido del conocimiento de todos….etc.
Juro que nunca hubo un comentario de Rafael hacia mi por ese hecho. Nada, ni un reproche, ni un reclamo, ni nada de nada. Siguió igual que siempre como si nada hubiera pasado.
Sinceramente yo si descansé y traté de convencerme que había tomado una buena decisión.
Me ordenó que siguiera adelante con la Cena reunión y que preparara los nombramientos de cada una de las personas, que debería ser firmado por el Presidente, Secretario y el Tesorero del Consejo.
Yo esperaba que en los siguientes días ya viera a los “escoltas” que se pondrían, pero pasaron los días y nada. Nunca supe, nunca le pregunté, pero sospecho que él maniobró para no aceptarlos o para retardar ese asunto, no lo se.
El 23 de julio como estaba programado se llevó a cabo la cena en el Hotel El Camino. Estuvo todo el personal de la Unión y al decir todo el personal es todo y los miembros del Consejo.
Rafael agradeció a todos su entrega, su esfuerzo y nos motivó a seguir adelante. Hablo de los resultados del año anterior, de cómo se visualizaba el presente año y de la visión que tenía de la Unión a futuro con todos los proyectos que estaban en cartera. Hizo hincapié en que no quería “una Unión rica con ejidatarios pobres, sino una Unión exitosa con ejidatarios compartiendo y disfrutando del éxito”.
Presentó la nueva organización que recalcó, era indispensable para poner orden y definir las estrategias y poder hacer realidad las metas y ese futuro exitoso. Dejó claro que había sido aprobada por el Consejo y por la asamblea.
Me presentó como nuevo Coordinador General de la Unión de Ejidos LEA, mostró el nombramiento y dijo , “aquí traigo el resto – y mostró un folder – pero el Licenciado Méndez les hará entrega a partir de mañana y les indicará las nuevas funciones y responsabilidades a cada uno y comenzaremos con la nueva organización en una semana más a partir del 1 de agosto”
Habíamos decidido hacerlo asi para terminar con el cambio a las nuevas oficinas y ajustar detalles de operación y funcionamiento con algunas personas que sospechábamos no iban a aceptar los cambios, más que todo porque se les estaba restando autoridad o se les estaba quitando sus nichos de poder. Calculamos que en una semana ajustaríamos tuercas. Terminó la cena, recibí felicitaciones de quienes sabía las recibiría y no las recibí de quienes sabía que así sería. Pero ya lo teníamos calculado.
Llegué a casa y pude ya dar a conocer la noticia que me había guardado celosmente.

Al siguiente día 24 de julio, el día se nos fue en sacar pendientes, en algunos nombramientos incluido el mío faltaba la firma del Tesorero del Consejo que por alguna razón no estaba cuando lo buscaron para que los firmara, y traté de buscarlo pero estaba fuera de la ciudad. Así es que no podía entregarlos sin su firma. En lo personal comencé a ordenar lo que estaba bajo mi responsabilidad para entregarlo a quien se haría cargo de esa función en adelante. Traté de no pensar mucho en que me había sacado la rifa del tigre, más bien traté de verlo como una experiencia más. De hecho, no se me olvida que cuando entré a la oficina de Rafael ese día me recibió con una carcajada y mirada pícara y me dijo:
___jajajajaja te sacaste el premio mayor sin comprar boleto jajajajaj. Felicidades!! –Y me dio un abrazo”.
Ese día estuvo en las oficinas el Profesor Osuna que era el maestro de la escuela del Ejido Campodónico a quien conocía yo bien y a quien Rafael estimaba mucho. Llegó a saludar y a decirnos que pues ya estaba de vacaciones y que no sabía qué iba a hacer todavía, si se iria a algún lado o se quedaría. Yo platiqué con él de varios temas, era buen conversador y leía periódicos y libros.
Más tarde me dijo Rafael:
___Oye Licenciado, mañana tengo un desayuno a las 8, pasa por mi a mi casa, poco después de las 7 para que me acompañes, para que vayas viendo ya algunos asuntos que te va a tocar atender en tu nuevo puesto.
___Ok claro que si – le dije – ahí te veo en tu casa a las 7:30
Por la noche estaba terminando de cenar en casa cuando sonó el teléfono (No había celulares) y me dicen:
___Miguel te habla Rafael.
Tomé el teléfono y saludé. Me dijo:
___Miguel siempre no pases por mi mañana por favor. Aquí esta conmigo el Profesor Osuna y le digo que mientras esta de vacaciones pues que ande conmigo y me choferee pa que no se enfade. El profe me llevará al desayuno y sirve que te quedas tu en la oficina para que vayas avanzando en todo lo que se viene.
___Ah perfecto, no hay problema Rafael. Qué hago con tu carro? – le pregunté porque yo me lo había llevado.
___Ah no te preocupes, me moveré en el de Carmela (Su esposa) acuérdate que no esta.
___Hecho, asi quedamos.
Y colgamos.

One reply on ““…USTED SIGUE LICENCIADO…” Capitulo V.”
Hermano. Muy interesante., ya quiero el siguiente capítulo. Las oraciones de mi madre siempre presentes en tu protección.
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