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PERSONAJES INOLVIDABLES

“…USTED SIGUE LICENCIADO…” Capitulo VI

“.. PENDEJOOOOOO PORQUÉ NO ME HABIAS DICHOOOOO, PENDEJOOOO….”

Al siguiente día 25 de julio llegué a la oficina y sinceramente estuve tan ocupado que se me olvidó lo del desayuno de Rafael, no sabía ni donde era ni con quien. No me había dicho. Me encerré en su oficina que era lo más privado que había y comencé a recibir gente y a avanzar con algunos de los nombramientos. Fue un día normal. No vi a Rafael en todo el día pero no lo eché de menos, al fin de cuentas si andaba con el Profesor a la mejor se fueron al ejido.

No fue sino hasta el día siguiente 26 de julio cuando de nuevo me instalé en su oficina a trabajar y a esperar que llegara. Lo necesitábamos para unas firmas. Le dije a su Secretaria ___Márcale a su casa a ver si esta.

No respondió nadie.

___Comunícate al ejido y pregunta si esta ahí. – la comunicación era por radio a todos los ejidos.

No, no estaba en el ejido. Entro su Secretaria y entre los dos tratamos de definir donde podría estar. Seguido se nos desaparecía en el día porque se iba a algún Ejido sin avisar, o alguna comida o se iba a Hermosillo o a Mexicali y al siguiente día se reportaba o llegando lo hacía.

___Habla con Pompa para ver si pidió avión ayer o ahora y a dónde.

No, no había solicitado avión

___A la mejor esta en Peñasco traía un asunto con lo de la planta de Harina. Comunícame con el Gerente.

Tampoco estaba allá, ni había ido recientemente.

Hable a Tijuana, a Mexicali, a Hermosillo a México a los lugares y personas que sabía podría haber visitado. En todo este proceso nos llevó fácil dos horas, casi tres.

___Ni modo — le dije a Clara Luz, su secretaria—comunícame con Carmela, creo que esta en Obregón.

No quería hacerlo porque obvio siendo su esposa se le haría raro que lo buscara yo, sobretodo yo.

Cuando logramos localizarla y se puso al teléfono:

___Carmela buenos días, habla el Licenciado Méndez.

___Ah que tál como esta? Pasa algo?

___No no solo quería saber si no ha llegado Rafael por alla, necesito hablar con él.

___No, que raro, no me dijo que fuera a venir, dime la verdad ¿Le paso algo?

___No claro que no – le tuve que mentir—lo que pasa es que me dijo que te caería de sorpresa por alla, por eso no te avisó. Y pensé que ya había llegado. Cuando llegue que se reporte conmigo por favor, debe estar por llegar.. Gracias, hasta luego.

Y colgué.

Mientras yo hacia las llamadas y me preocupaba cada vez más (Sabiendo lo que sabia) no me di cuenta que entró a la oficina el LIc. Márquez quien era el que había vendido la planta de Harina de Pescado a la Unión y en las últimas semanas iba seguido porque aún había un proceso de pago pendiente. Se había hecho ya familiar su presencia.

Cuando me di cuenta que ahí estaba le hice señas que se sentara y el me hizo señas de que colgara la llamada que tenía. Cuando terminé de hablar le dije:

___Qué pasó, que hay, desde cuando entraste.

___Tengo como 15 minutos pero estabas muy entretenido hablando. Buscas a Rafael?

___Si, lo estoy buscando no se donde esta.

Se quedó serio un rato, como pensando, como haciendo memoria, como dudando. Por fin volteó y me dijo:

___A ver Licenciado, no se si esto tenga importancia pero déjame te platico. Mira ayer habíamos quedado de vernos para desayunar con Rafael, en el Hotel el Camino, el Gerente de Serfin y yo. Estuvimos esperando y cuando ya se dieron como las 8 y media, dijimos se le ha de haber olvidado vámonos. Salimos y cuando íbamos en el carro por la 6 de abril por ahí por la 8 más o menos vimos que venía el carro y una persona manejando, Rafael al lado enfrente y dos personas atrás. Dijimos “Mira ahí va, ha de ir a la cita” y nos devolvimos. Los seguimos unas cuadras pero dieron vuelta en el callejoncito que esta ahí donde esta la agencia Volkswagen. Había un pickup estacionado ahí. Del carro de Rafael se bajo una persona abrió el pickup y como que sacó algo de la guantera o del asiento y se volvió a subir al carro de Rafael. Dieron vuelta y salieron hacia la 6 de abril. Nosotros estábamos enfrente esperando a que salieran, nosotros saludamos, Rafael nos vió, pero no nos saludó. Dieron vuelta rumbo al hotel El Camino y dijimos “Ha de ir al restaurante” y lo seguimos. Pero fíjate licenciado que raro, no llegaron al Hotel se siguieron de largo y agarraron carretera rumbo pa el sur, pa Pitiquito, pa Santa Ana.

No se que cara hice en ese momento pero si recuerdo perfectamente como una película que me paré y le grite:

___!!!Pendejooooooo!!!! porque no me habias dichoooo!! Pendejooo!

___Discúlpame – me dijo agachándose como si le fuera yo a dar un golpe —no sabía, yo que voy a saber.

____Pero no se les hizo raroooo baboso!!!

____Si, si se nos hizo raro pero pensamos que llevaba alguna urgencia o algo asi y que más tarde nos hablaríamos. Estuvimos esperando hablar con el ayer todo el día y como no pasó nada, pues por eso vine hoy.  Discúlpame.

Salí y le dije a Clara Luz

___Citame al Consejo, rápido, con urgencia, que se vengan de donde estén aquí a la oficina.

Ya eran como las 12:30 del día cuando los tuve a todos sentados y les comenté:

____Traemos perdido a Rafael desde ayer. Ya lo busque en… (Y les relaté todas las llamadas). Pero el Flaco Márquez me comentó…(Y les platique lo del desayuno y todo eso y la salida a carretera).

Como todos los presentes sabíamos de las amenazas, la preocupación se dibujó en todos los rostros.

___Ya buscaste en su casa? – me dijeron.

___No solo hablamos pero no responden.

___Pues manda a alguien alla y que vean que hay.

En media hora teníamos respuesta. La casa estaba sola, pero había dos tazas en la mesa de la cocina, en las que se veía se había tomado café tal vez un día anterior. Había un cenicero con tres bachas de cigarro. Y nada más. Todo estaba en orden.

 

Ni Rafael ni el profesor fumaban por lo que alguien más debería de haber estado con ellos.

El Secretario del Consejo, Solorio, se levantó y dijo:

___El Comandante de la judicial es amigo, voy a averiguar y que investigue el carro cuando menos.

Todos estuvimos de acuerdo, apuntó  las placas y salió. Los demás nos quedamos ahí, sentados, pensando en que lo que temíamos se había hecho realidad, pero no decíamos lo que pensábamos.

Se hicieron todavía varias llamadas mas a personas y lugares que yo no sabía pero ellos si y que pensaban podrían saber de Rafael. No hubo éxito.  Así transcurrió casi una hora y media más, ya eran las 2 de la tarde. Solorio ya había regresado y estábamos esperando si habría noticias.

Y en efecto, antes de una hora hablaron de la Judicial para avisar que el carro de Rafael había aparecido en una calle de Santa Ana, abandonado, al parecer desde un día antes.

Ahí ya no nos quedó duda:  Rafael había sido SECUESTRADO.

Y junto con él el Profesor Osuna,  ¡!que tomó mi lugar para llevarlo al desayuno!!! Cuando pensé eso, fue como si me hubieran dado un mazazo en la cabeza. O sea que yo podría haber estado ahí.

 

Y aún hoy me pregunto ¿Qué fue lo que te movió Rafael a hablarme en la noche y decirme que no pasara por ti? ¿Estaría yo también en los planes de los secuestradores, ya que casi siempre andábamos juntos? ¿Podría haber sido todo distinto? ¿De nuevo el destino se presentaba y hacia que las cosas fuesen como estaban escritas? Tantas preguntas sin respuesta.

 

 A partir de ese momento las cosas comenzaron a suceder muy rápido. Me cuesta trabajo recordarlas con precisión. Solo sé que de repente todo cambió, de un minuto a otro, todo era ya diferente. Sin buscarlo y sin quererlo me vi arrastrado al centro de los acontecimientos y a veces me sentía como si estuviera viendo una película y yo estuviera sentado en primera fila; luego me veía adentro de la película como protagonista y a la distancia de 35 años a veces me sigo viendo asi.

Trataré de explicarlo lo más entendible posible.

CONTINUA MAÑANA.

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PERSONAJES DEL PUEBLO

“…USTED SIGUE LICENCIADO…” Capitulo V.

“… TE SACASTE EL PREMIO MAYOR SIN COMPRAR BOLETO JAJAJAJA….”

Al regresar de Nogales, esa noche fue la primera vez que le oculte no uno sino dos secretos a mi esposita. Para que entiendan las esposas que me leen, que a veces lo que uno oculta puede ser de vida o muerte y por eso se lo guarda uno. No podía decir nada de nada a nadie. No podía decir “Fíjate que a mi jefe lo amenazo fulano de tal, de muerte” o “ Pues con la novedad de que voy a tener nuevo puesto”.

Por eso los siguientes días no fueron fáciles para mi, sin saber aún que podría haber peores.

Tal como lo dijo, Rafael estuvo todos estos días en la ciudad. Aprovechamos el tiempo muy bien. La estructura de organización nueva quedó terminada, con nombres y todo y comencé muy discretamente a hacer los arreglos para la cena reunión donde se daría a conocer. Fijamos fecha para el 23 de julio.

También en esos días salían de vacaciones en las escuelas y Carmela la esposa de Rafael se fue con sus hijos al sur del estado, Obregón y Pueblo Yaqui y otros lugares. Entonces varios días aprovechamos y nos fuimos al ejido. Cuando me decía “Miguel, vamos al ejido”, ya sabía que se refería al Rodolfo Campodónico que aunque esta en la costa y con rumbo a Peñasco, vas y vienes fácilmente el mismo día.

Junto con otros habitantes del ejido, puedo decir que recorrí casi todo, desde los campos con vid, los pozos, el poblado y lo más bonito, las playas. En verdad, las playas del Campodónico  son vírgenes, hermosas, tranquilas y de una belleza impresionante. Enfrente esta la isla San Jorge, que no es mas que un peñasco que sale de en medio del mar y que esta permanentemente lleno de lobos marinos.

Hay una lengüeta de tierra que se interna en el már mas o menos un kilómetro y que tiene una anchura de unos 100 ó 150 metros. Cada vez que andábamos por alla, la recorríamos a pie y a Rafael le brillaban los ojos y le resplandecía el rostro imaginándose en voz alta lo que se podría hacer ahí turísticamente. Es tan atractiva y única, que de hace unos 20 años para acá, a la lengüeta esa le han salido más de cinco dueños y esta hoy empleitadísima y ha sido escenario de riñas con policías y todo. Cosa que seguro estoy, Rafael no hubiera permitido jamás.

Cuando íbamos “al ejido”, de vez en cuando llegábamos a otros que estaban en el camino: El Jesús García, La Almita, la Laguna Prieta, etc.

Aun con toda esa “distracción”, yo no dejaba de pensar en lo que me había confiado de las amenazas. Comencé a sentir un poco de miedo andar con él, pero no era cosa de dejarlo solo o echarme pa tras cuando probablemente más nos necesitaba a todos. Asi es que desechaba el miedo y seguía adelante.

Pero en mi fuero interno me machacaba la idea de ¿Qué tal si pasaba algo y por no decir nada, no se podía evitar? Me daba vueltas en la cabeza el que pasara algo y por no hacer nada antes, reprochármelo el resto de mi vida. No podía salir después con un “yo ya sabia”.

Y llegaba a la casa y comía y convivía y me iba a dormir como si nada pasara. Pero claro que pasaba y aquello iba creciendo dentro de mi. Algo me decía, “tienes que hacer algo, no te puedes quedar asi”. Pero otra voz me decía “no puedes traicionar su confianza, esta es una prueba”

En los siguientes días me quedó muy claro que debía tomar una decisión: O me quedaba callado y cruzado de brazos o provocaba que Rafael aceptara la vigilancia personal. Pero no sabía como hacerlo sin que aquello se convirtiera en algo obvio y desatara especulaciones.

Decidí hablar con algunos miembros del Consejo. Ellos serían los más adecuados para hacerlo entrar en razón. Rafael respeta sus opiniones y sus decisiones, en especial de dos de ellos.

Busqué un pretexto y los cite en la oficina a los dos. Nos encerramos en la sala de juntas y de manera concreta y sin alarma, les platiqué lo que pasaba. Me reservé el nombre del enemigo pero si les hice ver que no podíamos dejar a Rafael sin protección, que yo pensaba que lo mejor era que la protección viniera de los mismos ejidatarios, es decir, ponerle dos o tres ejidatarios que lo siguieran a todas partes en otro auto. Al final así nadie sospecharía, eso era totalmente común y normal, frecuentemente Rafael llegaba a los bancos u otras oficinas acompañado por varios ejidatarios. Estuvieron de acuerdo y me aseguraron que ellos lo platicarían con él.

Creo que se me quité un peso de encima… y se los eche a ellos obvio.

Yo pensé que el asunto lo tratarían solo los del Consejo con él, pero mi sorpresa fue que citaron a asamblea extraordinaria y eso significaba que estarían los representantes de todos los ejidos y el Consejo. Citaron en las nuevas oficinas que ya estaban casi a punto para cambiarnos y ya eran funcionales. No tengo la fecha exacta pero debe de haber sido el 18, 19 de Julio por la tarde.

En la asamblea se aprobó la nueva Estructura de Organización, se hablo de otros asuntos todos importantes y de verdad urgentes y ya en asuntos generales uno de los del consejo tomó la palabra y le pidió al Presidente del Consejo, a Rafael, que por favor les explicara los acontecimientos que sabían, habían pasado en su última visita a la ciudad de México.

Lo tomaron por sorpresa y el rostro le cambió, se le endureció momentáneamente, se echó hacia atrás el cabello que le caía en la frente y se paró diciendo “No es nada de cuidado, no tiene importancia”.

Relató los hechos con menos detalle de lo que me comentó a mi, trató de restarle gravedad pero los comentarios de varios fueron apabullantes. “Claro que era grave”, “claro que serían capaces de hacer eso y mas!!”, “no podemos dejarnos”, “es necesario ponerte protección”.

Se defendió como pudo, pero al final de cuentas quedó establecido en el acta de la asamblea un acuerdo en el que “la asamblea acuerda otorgar protección al compañero Rafael Muñoz Espinoza con carácter de urgente, en vista de los acontecimientos que han sido del conocimiento de todos….etc.

Juro que nunca hubo un comentario de Rafael hacia mi por ese hecho. Nada, ni un reproche, ni un reclamo, ni nada de nada. Siguió igual que siempre como si nada hubiera pasado.

Sinceramente yo si descansé y traté de convencerme que había tomado una buena decisión.

Me ordenó que siguiera adelante con la Cena reunión y que preparara los nombramientos de cada una de las personas, que debería ser firmado por el Presidente, Secretario y el Tesorero del Consejo.

Yo esperaba que en los siguientes días ya viera a los “escoltas” que se pondrían, pero pasaron los días y nada. Nunca supe, nunca le pregunté, pero sospecho que él maniobró para no aceptarlos o para retardar ese asunto, no lo se.

 

El 23 de julio como estaba programado se llevó a cabo la cena en el Hotel El Camino. Estuvo todo el personal de la Unión y al decir todo el personal es todo y los miembros del Consejo.

Rafael agradeció a todos su entrega, su esfuerzo y nos motivó a seguir adelante. Hablo de los resultados del año anterior, de cómo se visualizaba el presente año y de la visión que tenía de la Unión a futuro con todos los proyectos que estaban en cartera. Hizo hincapié en que  no quería “una Unión rica con ejidatarios pobres, sino una Unión exitosa con ejidatarios compartiendo y disfrutando del éxito”.

Presentó la nueva organización que recalcó, era indispensable para poner orden y definir las estrategias y poder hacer realidad las metas y ese futuro exitoso. Dejó claro que había sido aprobada por el Consejo y por la asamblea.

Me presentó como nuevo Coordinador General de la Unión de Ejidos LEA, mostró el nombramiento y dijo , “aquí traigo el resto – y mostró un folder – pero el Licenciado Méndez les hará entrega a partir de mañana y les indicará las nuevas funciones y responsabilidades a cada uno y comenzaremos con la nueva organización en una semana más a partir del 1 de agosto”

Habíamos decidido hacerlo asi para terminar con el cambio a las nuevas oficinas y ajustar detalles de operación y funcionamiento con algunas personas que sospechábamos no iban a aceptar los cambios, más que todo porque se les estaba restando autoridad o se les estaba quitando sus nichos de poder. Calculamos que en una semana ajustaríamos tuercas. Terminó la cena, recibí felicitaciones de quienes sabía las recibiría y no las recibí de quienes sabía que así sería. Pero ya lo teníamos calculado.

Llegué a casa y pude ya dar a conocer la noticia que me había guardado celosmente.

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Al siguiente día 24 de julio, el día se nos fue en sacar pendientes, en algunos nombramientos incluido el mío faltaba la firma del Tesorero del Consejo que por alguna razón no estaba cuando lo buscaron para que los firmara, y traté de buscarlo pero estaba fuera de la ciudad. Así es que no podía entregarlos sin su firma. En lo personal comencé a ordenar lo que estaba bajo mi responsabilidad para entregarlo a quien se haría cargo de esa función en adelante. Traté de no pensar mucho en que me había sacado la rifa del tigre, más bien traté de verlo como una experiencia más. De hecho, no se me olvida que cuando entré a la oficina de Rafael ese día me recibió con una carcajada y mirada pícara y me dijo:

___jajajajaja te sacaste el premio mayor sin comprar boleto jajajajaj. Felicidades!! –Y me dio un abrazo”.

Ese día estuvo en las oficinas el Profesor Osuna que era el maestro de la escuela del Ejido Campodónico a quien conocía yo bien y a quien Rafael estimaba mucho. Llegó a saludar y a decirnos que pues ya estaba de vacaciones y que no sabía qué iba a hacer todavía, si se iria a algún lado o se quedaría. Yo platiqué con él de varios temas, era buen conversador y leía periódicos y libros.

Más tarde me dijo Rafael:

___Oye Licenciado, mañana tengo un desayuno a las 8, pasa por mi  a mi casa, poco después de las 7 para que me acompañes, para que vayas viendo ya algunos asuntos que te va a tocar atender en tu nuevo puesto.

___Ok claro que si – le dije – ahí te veo en tu casa a las 7:30

 

Por la noche estaba terminando de cenar en casa cuando sonó el teléfono (No había celulares) y me dicen:

___Miguel te habla Rafael.

Tomé el teléfono y saludé. Me dijo:

___Miguel siempre no pases por mi mañana por favor. Aquí esta conmigo el Profesor Osuna y le digo que mientras esta de vacaciones pues que ande conmigo y me choferee pa que no se enfade.  El profe me llevará al desayuno y sirve que te quedas tu en la oficina para que vayas avanzando en todo lo que se viene.

___Ah perfecto, no hay problema Rafael. Qué hago con tu carro? – le pregunté porque yo me lo había llevado.

___Ah no te preocupes, me moveré en el de Carmela (Su esposa) acuérdate que no esta.

___Hecho, asi quedamos.

Y colgamos.

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PERSONAJES DEL PUEBLO

“…USTED SIGUE LICENCIADO…” Capitulo IV

“…HAY ALGO QUE QUIERO CONTARTE…”

Esos meses fueron intensos en cuanto a trabajo y proyectos por desarrollar. No es el objetivo de este relato platicar esos proyectos. Baste con decir que en ningún momento durante todo ese tiempo extrañé mi anterior trabajo de ejecutivo en los corporativos mas importantes de México, en ese entonces. Mientras allá  vestía de traje y corbata a diario, aquí andaba en jeans y botas; mientras allá mis relaciones eran con altos ejecutivos, acá eran con ejidatarios y gente de campo; mientras allá iba a los mejores restaurantes, acá era felíz en una carne asada debajo de un mezquite con una hielera al lado. Fui feliz porque estaba donde quería estar, con la gente que quería estar y haciendo lo que quería y lo que sabía hacer.

Para redondear mi felicidad, se acercaba mi boda, el 15 de junio de 1984. A mi novia la había conocido un año antes en una gira del gobernador Samuel Ocaña que había ido a visitar Caborca y se pasó a Pitiquito. Por alguna inexplicable razón se me ocurrió pasar por el lugar donde estaban recibiendo al gobernador en Pitiquito y como buen vecino mitotero, decidí estacionarme, me bajé y me acerqué al lugar.

Ahí estaba cuando salió un grupo de muchachas, de Caborca, a las que no conocía y “casualmente” se pusieron a platicar a unos metros de mi. Como estaba sólo, me acerqué, abrí platica y ella me respondió. Platicamos un rato, debo haber pedido teléfono y fue todo.

De ahí en adelante valió madre todo. Me apendejó, me embrujó a tal grado que un año después ya me andaba casando.

Asi es que tenía motivos para sentirme muy agusto. Los fines de semana los pasaba con mis amigos de toda la vida en mi pueblo, haciendo lo que sabemos hacer mejor: Sentarnos a platicar y a reírnos unos de otros, alrededor de una hielera y un asador. Ahí me ponía al corriente de los acontecimientos en el pueblo en la semana.

 

El cambio de oficinas de la Unión a las nuevas estaba motivado también por los problemas y diferencias cada vez más fuertes y cada vez más evidentes entre la Unión de Ejidos LEA y la ARIC ALIANZA. Esta última estaba en quiebra y era inminente que explotara la bomba.

Eran además, dos liderazgos enfrentados, uno con fuerza política en decadencia y el otro con fuerza social en aumento.

Todo eso lo sabía, lo conocía de primera mano y estaba consciente. Pero como siempre, no lo ventilábamos públicamente y lo manejábamos de manera confidencial. No es mi intención platicar de ello, en algún lado hay datos y hay publicaciones con la información, periódicos locales, estatales y nacionales, revistas como Proceso manejaron la información. Quien quiera saber más que consulte esas fuentes.

Con las nuevas oficinas estaríamos un poco más “cómodos” físicamente y estableceríamos una raya clara entre ambas organizaciones.

 

Yo me puse a trabajar para dejar lista la nueva organización lo más pronto posible. No era fácil, era mucho trabajo. No era nada más diseñar un organigrama, eso cualquiera lo hace, había que trabajar en lo siguiente: Manual de políticas y procedimientos de la Uníon (No existía), Reglamento Interior de Trabajo (Tampoco existía), Funciones y responsabilidades de absolutamente todos los puestos, los nuevos y los que quedaran, tabulador de sueldos, manual de incentivos y prestaciones, etc. Etc.

Conforme avanzaba, cuando había oportunidad nos encerrábamos Rafael y yo y le mostraba los avances. Hacíamos correcciones, me aprobaba algunas cosas, cuestionaba otras. Juntos fuimos delineando los perfiles de las personas adecuadas para cada puesto. No era la idea traer gente de fuera salvo que fuese absolutamente necesario. Rafael quería que en la medida de lo posible contratáramos profesionistas hijos de ejidatarios o personas de la región. No era sencillo encontrarlos. La nueva organización estaría conformada por tres grandes áreas: Division Agro-Industrial, División Pesca y División de Admón y finanzas, cada una con un Gerente General con su propia estructura hacia abajo. Todo sería dirigido por un Coordinador General de la Unión de Ejidos Lea, dependiendo directamente del Consejo de Administración, con funciones, obligaciones y derechos perfectamente definidos. Con los controles necesarios para que no se repitiera el penoso caso de fugas o ventas fantasma.

Así es que tenía chamba para rato y a ello me dediqué las dos primeras semanas de junio, además de los asuntos, pendientes y cosas adicionales que Rafael me encomendaba. A veces era más Secretario Particular que otra cosa.

El 15 de Junio de 1984 me casé y al siguiente día salí de viaje de bodas por 10 días nada más porque no alcanzaba para más. Para el 26, 27 de junio me estaba reintegrando al trabajo y a seguir con el proyecto de la nueva organización.

A principios de julio Rafael se fue a la ciudad de México por casi 10 días, así es que eso me permitió avanzar más rápido para concluir, pues como él me había dicho, me encerraba en su oficina a trabajar. También atendía un que otro asunto que la Secretaria consideraba que debería atender y ver yo o que alguien del consejo de Administración me encomendaba.

Los miembros del consejo traían también bastante carga de trabajo. La planta de Puerto Peñasco requería de su atención, los barcos ya en operación; la cosecha de uva industrial para vino estaba en todo su apogeo y como estaba siendo un año extremadamente lluvioso, había preocupación por la cosecha de pasa que ya estaba tendida al sol en los campos; la aceituna no venía  bien, algo pasaba que los olivos tiraban la flor o no maduraba bien el fruto, etc. Etc.

Aunado a eso la efervescencia política estaba subiendo de tono. Ya se manejaban listas para diputaciones y se hablaba de un espacio que la CNC tenía reservado para la Unión de Ejidos pues le tocaba, ya que en esos momentos la diputación local era ocupada por Fidencio Hernández líder campesino de otra organización muy fuerte, entonces se decía que por primera vez le tocaría la LEA y el candidato obvio era Rafael Muñoz. Como Rafael no se ocupaba del tema ni le quitaba el sueño, pues a nosotros tampoco y no nos dedicábamos a grillar pudiendo hacerlo. La línea era de trabajar y sacar los pendientes.

 

Unos días después cuando Rafael regresó de México, debe haber sido 12 ó 13 de julio, me dijo:

___Miguel mañana quiero ir a Nogales a ver a (Omito nombre, era un empresario fuerte de Nogales) y me gustaría me acompañes, ¿Puedes?

___Si claro – le dije—a qué hora salimos.

___Después de desayunar – me respondió. lo cual significaba antes de las 8 de la mañana.

Al día siguiente nos vimos en las oficinas y salimos rumbo a Nogales. Yo iba manejando y lo noté más serio y reservado que de costumbre. Pero también inquieto. No dije nada, sabía que si algo había y debía saberlo, me lo diría.

En Santa Ana llegamos por un café y me dijo que él manejaría hasta Nogales. Cambiamos lugares y seguimos platicando de asuntos normales.

Pasando Magdalena me dijo:

___Hay algo que quiero contarte.

Lo sabía— pensé – algo trae este.

___Mira Miguel – me dijo—esto es algo que te pido por favor se quede solo entre nosotros. No lo platiques y mucho menos a nadie del Consejo. No pasa nada, pero quiero que lo sepas.

Todos estos años me he preguntado mil veces ¿Porqué Rafael? ¿Porqué querías que lo supiera? ¿Querías que hiciera lo que hice o simplemente querías desahogarte?

___Ahora que estuve en México –me dijo—una noche sonó el teléfono del cuarto del hotel, ya era tarde, me desperté asustado y respondi. Era una voz de hombre y me amenazo de muerte. Me dijo muchas cosas, que no vale la pena repetir, pero me insistió que me iba a llevar la chingada, que ya estaba decidido.

No supe que responder de momento. Me quedé mudo del asombro. Yo.

___Pero no te preocupes –continuó—no pasa nada, no van a hacer nada, no son tan hombres estos traicioneros hijos de su madre. No se van a atrever.

___Pero Rafael – alcancé a responder – eso es muy grave. Cómo que no me preocupe!!!

___ No – me dijo—no harán nada, te digo que no son tan hombres. Ya se quien es.

Y yo mudo sin saber qué decir.

___Al siguiente día –continuó contando—le hable al General X, te acuerdas? Mi amigo el del Estado Mayor Presidencial. Le platiqué lo que había pasado y se puso a investigar. Ese mismo día recibí otra llamada citándome en un restaurante al siguiente día yo solo, les dije que si que iba a ir. Le hable al General y me dijo que si que fuera, que ellos estarían ahí.

___Y qué paso, fuisteee?? No chingues Rafael.

___Si si fui, pero no se presentó nadie, te digo que son unos cobardes poco hombres.

___Pero si sabes quien esta detrás?

___Si, el General investigo las llamadas y no se bien cómo le hizo, pero si me dijo quien estaba detrás de las amenazas. Es fulano de tal (Omito el nombre).

___No chingues!! –casi grité – Cómo puede ser?

___Por eso te digo que no lo comentes – me dijo-

___No – le dije – no estoy de acuerdo, esto debe saberlo el Consejo y debemos ponerte vigilancia, escoltas.

___No Miguel, nunca he traído guaruras, menos ahora, van a pensar que de verdad les tengo miedo y no les tengo miedo para nada.

El resto del camino hasta Nogales conversamos poco. Me cambió la platica a lo del proyecto de la nueva organización.

Estuvimos en Nogales unas tres horas. Vimos a la persona que íbamos a ver. Terminó la reunión y agarramos camino a Caborca de regreso.

Fue cuando me soltó la segunda noticia del día. De por sí no podía dejar de pensar en lo que me había revelado unas horas antes. Me dijo:

___En los próximos días no tengo agendado viaje, me voy a quedar en Caborca, a ver si aprovechamos para irle poniendo nombres a cada puesto de la estructura nueva.

___Si esta bien –respondí – ya tengo algunos nombres que quiero proponerte. ¿Tu has pensado en algunos?

___Tengo varios – me dijo – pero ya decidí el de Coordinador General.

___Ah que bien, ese es uno de los que no tengo, porque creo que debe ser decisión del Consejo de Administración – le dije – al final de cuentas va a trabajar muy cercanamente con el Consejo y debe haber un buen entendimiento, además debe ser negociador y con mano firme.

___Exactamente y con muchas ganas de hacer cosas nuevas y de toda la confianza.

___Andale ¡! – le confirmé – pero precisamente por eso se me dificulta ponerle mono al cuadrito del organigrama jajaja.

___Jajajajaja – se rió – y precisamente por eso a mi no me costó  ningún trabajo decidir.

___¿Y puedo saber quién es y de donde viene? – le dije.

___Se llama Miguel Méndez y viene de Pitiquito, jajajajajajajajaja – respondió con una carcajada.

De nueva cuenta me quedé mudo  y sólo alcance a decir:

___ No me chingues Rafael —yo no, yo no…

___Claro que puedes ¡! –me interrumpio – no tengas miedo, jajajajaja, parece difícil pero no lo es tanto.

Mi cara en verdad debe de haber sido de espanto.

___Mira como estas, jajajaja – me dijo – parece que al que amenazaron ahora eres tu, jajajaja. Que ¿No aceptas?.

___Pues es que me lo sueltas asi de sopetón, no sé qué decirte. Es un puesto de mucha responsabilidad, me voy a echar encima a todo el alacranero, si así me grillan a cada rato.

___No te preocupes, yo estaré atrás. El consejo lo va a aprobar no te preocupes, ya les adelanté algo y están de acuerdo. Si, te va a tocar correr a todos los cabrones, pero no es algo que no sepas. Tienes carrera, te has movido en niveles altos, puedes sentarte a negociar con cualquier Director de banco o con cualquier político. Necesito que me ayudes Miguel. Ya en serio.

___Pues me siento muy honrado –conteste ya mas calmado – cuenta conmigo, pero no lo creeré hasta ver el nombramiento firmado por el Consejo jajajaja.

___Si, asi va a  ser. Por eso no quise ponerle al puesto Director General sino Coordinador General, porque al principio tendrás mucho el apoyo nuestro, como coordinando acciones. Pero ya después cuando hayas fumigado y hayan corrido las ratas, entonces ya le llamaremos Director General de la Unión de Ejidos LEA. ¿Qué te parece?

___SI, bien… –alcancé a decir.

___Lo mantendremos en secreto. Yo lo llevaré al consejo. Y prepara una reunión para dar a conocer la nueva organización y entregar los nombramientos, más o menos para dentro de 10 días. Organiza una cena y que vayan todos, para todos será sorpresa.

___Oka Rafael, esta bien.

 

De nuevo Rafael no sabes cuantas veces desde ese día me pregunté ¿Por qué yo? ¿Porqué si era un chamaco de 27 años recién casado, al que conocías apenas poco más de un año y medio, me diste esa responsabilidad? ¿Estaba listo? ¿Era parte de tu plan para irte retirando y meterte a la política? Ufff!! Mil preguntas.

CONTINUARA

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PERSONAJES DEL PUEBLO

“…USTED SIGUE LICENCIADO…” Capitulo III

“…AQUÍ HASTA LAS LAGARTIJAS TRAEN TENIS…”

La gira de Eduardo Pesqueira, Director de Banrural, fue muy apresurada como todo lo que hacia  “el gordo Pesqueira” como le decía Rafael. Fue apresurada y atrabancada, no por nosotros, que estábamos encantados de recibirlo y mostrarle físicamente lo que Rafael le había platicado en innumerables ocasiones en su oficina en la ciudad de México. Después de todo Banrural era el banco de primer piso de la LEA; y de segundo y de tercero. Banrural tenia en cartera casi a toda la Unión de ejidos LEA. Aunque cada ejido era apoyado en forma independiente, al final de cuentas tenía detrás el aval de la Unión. La producción de pasa era entregada a la Unión, la de trigo también, la uva de mesa la exportaba la Unión, la de vino, se entregaba a Domeq o a Vergel y más tarde a la ARIC ALIANZA que había comprado la planta a Vergel precisamente.

Rafael convenció al Gordo Pesqueira a que viniera a Caborca en su ultima visita, pues le estaba pidiendo apoyo para la perforación de 35 pozos de agua salobre que se necesitaban para la granja de camarón que se había proyectado. Se perforarían en la costa. El Gordo Pesqueira acepto, y le dijo “la próxima semana, el martes te caigo alla”.

Rafael me llamó de la ciudad de México para darme la noticia y darme instrucciones de que comenzara con la organización de la gira y me pusiera en contacto con el Secretario particular de Pesqueira. Asi es que tuvimos escasos 6 días para organizar todo.

Eduardo Pesqueira en verdad era GORDO. Debe haber pesado unos 180 kilos fácilmente pues además era alto de estatura. Sumamente simpático, campechano, agradable, gritón, pachanguero, gente de pueblo. Llegó acompañado de su hija de 18 años. Preciosa, güera, cabello lacio largo que brillaba con el sol y muy bonita y agradable. Aguantó toda la gira incluso la visita a los ejidos de la costa con un sol arrasador.

Todo salió muy bien. La ultima parte de la gira era la visita a las instalaciones de la LEA. Recorrido por la procesadora de pasa, la despepitadora, silos, almacenes y planta de aceite de jojoba. Esta última era en realidad un pequeño molino que hacia eso, moler la jojoba que se echaba en greña; molía el fruto y le extraía el aceite que escurría por unos rodillos hasta un recipiente donde se acumulaba. Era aceite puro, brillante, color ambar y sumamente pegajoso.

El Gordo llegó, se paró enfrente del molino con su hija al lado. Mientras alguien le explicaba todo el proceso desde la recolección a mano de la jojoba en el desierto hasta llegar ahí, el gordo se comenzó a mover, se acercó al recipiente donde caía el aceite y le hablo a su hija que se acercara. Ella muy obediente se acercó, y el gordo, metiendo las manotas al aceite le dijo: “Mira hija, este aceite es buenísimo para el cabello, lo deja brillante y no se te cae” sacó las manos llenas de aceite y se lo untó a su hija en el cabello, todo. Nos quedamos todos mudos sin saber qué hacer y el gordo soltó unas carcajadas estruendosas, se le movía la panza de arriba abajo y su hija… su hija en un solo llanto. El cabello era un solo mazacote. Las secretarias de la Unión se la llevaron corriendo al baño de mujeres y ahí le lavaron el cabello y le quitaron lo más que pudieron de aquella masa como de chapopote pero color ámbar. La salida del avión se retrasó por ese motivo más de una hora. No podían quitarle el aceite. Pobre. Le pusieron una pañoleta en la cabeza y la subieron al avión. Creo que a ella no se le debe de haber olvidado nunca en su vida Caborca.

Toledo Corro como ex Gobernador de Sinaloa, conocía bastante de Sonora y conocía bastante de la organización ejidal, así es que cuando Rafael le presentó el proyecto de la planta de harina de pescado ubicada en Puerto Peñasco, le encantó la idea, sobretodo porque significaba una diversificación de la economía de los ejidos que eran tradicionalmente agrícolas. Rafael le dijo que para que el proyecto fuese un éxito  se necesitaba adquirir dos barcos sardineros de segunda y que ya estaban localizados en Puerto Peñasco uno y en Guaymas el otro. Era una millonada de pesos. La magia de Rafael actuó de nuevo, se consiguieron los apoyos. La planta estaba en producción cuando se compro, se le hicieron sólo unas pequeñas modificaciones al proceso de producción, se instaló equipo más moderno y a producir harina.  Sin embargo había que hacer una inauguración y quien mejor que el Secretario de Pesca para que inaugurara.

De nuevo me tocó organizar la gira y para ello fueron casi tres semanas de negociaciones con el Gobierno del Estado, el Presidente Municipal de Peñasco, el de Caborca, las cooperativas pesqueras, las armadoras, las plantas privadas, etc etc. Todos querían que el Secretario de Pesca los visitara, todos querían sus 5 minutos de fama estando cerca del Secretario. Entre el Particular del Secretario y un servidor organizamos todo. El Particular de Toledo Corro era un muchacho joven de mi edad, yucateco muy simpático. Hicimos click inmediatamente. Una semana antes de la gira me fui en vuelo privado a recogerlo en el aeropuerto de Hermosillo y de ahí volamos a Puerto Peñasco. El no sabía nada de Peñasco, ni conocía ni había oído hablar de ese lugar. De todos modos, como era playa, venía preparado con su traje de baño. Yo no, porque supuestamente íbamos a trabajar en los últimos detalles de la gira. Cuando llegamos y vio lo que vió, es decir, lo que había en ese entonces me dijo:

___Puta mare—con el acento Yucateco—aquí hasta las lagartijas traen tenis!! Que puto calor!!. Yo sólo solté la carcajada, era abril aún no empezaba el calor. Lo que si, nos tocó una colita del Springbreack de los gringos y cuando menos eso le gustó.

Si le metimos muy duro toda la semana y el Presidente Municipal y los cooperativistas no fueron hueso fácil. Querían imponerse y hacer la gira a su conveniencia. Al final tuvimos que recurrir a la estrategia que no queríamos, pero no quedó de otra:

___Mire Señor Presidente, la gira no es suya que le quede muy claro. El Secretario tiene contemplados unos apoyos extraordinarios para la cooperativa tal y otro apoyo para la cooperativa x; pero es muy sencillo, saliendo de aquí, le hablamos y cancelamos los apoyos, y no hay visita a la cooperativas y no hay evento para ustedes. Pero eso si las cooperativas van a saber porque y gracias a quién perdieron los apoyos.

Ya de ahí, todo fluyó y hasta escoltas quería ponernos, lo cual rechazamos.

Uno de los empresarios mas fuertes en ese momento en Peñasco, dueño de un astillero y del que me reservo el nombre, nos prestó una camioneta Blazer doble tracción de modelo reciente. En esa nos movimos toda la semana. Llegó el fin de semana y el Yucateco quiso salir a dar la vuelta a la playa y no sé cómo lo dejé manejar. Resultado: nos quedamos embancados, con la arena hasta el diferencial, en la playa donde había más gente y enfrente de todo el mundo. Y lo más penoso del asunto es que quien nos sacó de ese atolladero fue el mismísimo dueño de la camioneta, que de casualidad iba pasando por ahí y vió su camioneta hundida hasta el tope. Me moría de la pena, y el Yuca tan campante sin entender del todo qué pasaba.

Dos días después estábamos movilizando 7 avionetas para ir a recoger al Secretario de Pesca y comitiva a Hermosillo y traerlos a Peñasco junto con Rafael. Fue un día de intenso trabajo en el que como cierre se tuvo la inauguración de la planta de harina de pescado de la Unión de Ejidos LEA.

Obviamente Peñasco no era lo que es hoy y vivía más de la pesca que del turismo.

En mayo de ese año, Rafael y un servidor hicimos un viaje por carretera a Hermosillo. Como siempre, platicamos largo y tendido. Era donde mejor y más a gusto conversábamos. Me platicó que unos meses antes se había detectado un lote de uva pasa de la Unión en California, que no había sido vendida por la Unión. Nadie fuera de él y el bróker que comercializaba la pasa en estados Unidos, sabían de ello, y ahora yo.

___No dijimos nada, nadie sabe, no comentes nada porque no queremos alertarlos a estos traicioneros—me dijo—les seguimos la huella y ya sabemos quienes son, cómo la sacan y cómo la venden alla.

Me quise caer pa tras. No me lo imaginaba.

___O sea se la están robando – le dije.

___Si  claro – confirmó—pero eso no es lo más grave. Lo verdaderamente grave es que es nuestra propia gente Miguel. Nos están robando de adentro, y eso sí me duele, es un abuso de confianza, una traición.

___Pues hay que poner la denuncia Rafael, pero ya— le dije.

Rafael era mucho más tranquilo, más tolerante y más cerebral que yo. Y con un corazón enorme.

___No — me respondió—no habrá denuncia, pobres familias al final de cuentas, qué culpa tienen. No habrá denuncia pero si es hora de hacer cambios ya la confianza se perdió.

Y me pidió que le preparara un nuevo organigrama. Me dio a detalle ciertos puestos y me platicó los cambios que quería hacer “no tengo aún a las personas”, me dijo, “pero si tengo muy claro cómo les vamos a poner un alto y cómo hacerle para que no se repita”.

De acuerdo a su visión, era prácticamente una reingeniería organizacional: Desaparecer áreas, crear otras, reforzar algunas, quitarle autoridad a otras, establecer controles aquí y alla.

___Trabaja en eso — me ordenó—pero hazlo muy confidencial, enciérrate en mi oficina cuando no esté yo. Se que andas en las últimas con tu boda así es que no urge, cásate, vete de luna de miel y cuando regreses ya lo vemos.

___ Pero falta casi un mes — le dije—es hasta el 15 de junio.

___Si, por eso, ve trabajándolo todo este mes, y me lo presentas cuando ya regreses y lo afinamos el proyecto.

La oficinas de la Union, oficina de Rafael, su secretaria, sala de juntas, oficinas de Técnicos, Desarrollo Social y la mía, estaban en el edificio de la ARIC-ALIANZA. Se compartía el edificio con ellos. Nosotros en la planta baja y ellos en la planta alta. Había otro espacio pequeño para otra organización hermana que era Fruticultores Unidos, principalmente productores de durazno y manzana.

Nos empezó a quedar chico el espacio, asi es que por esas mismas fechas se adquirió una casa ubicada en otro lado de la ciudad, frente a las oficinas estatales de Agencia Fiscal, Registro Civil, Judicial del Estado y juzgados, por la calle 6 y Av. Q.  Se adquirió y se comenzó la remodelación  y adaptación para oficinas. Nos cambiaríamos todos los que estábamos en el edificio de la ARIC, para el nuevo. La Dirección General y lo administrativo seguiría en donde siempre, en donde estaba la procesadora de pasa.

Normalmente las oficinas estaban llenas todo el día, un día si y otro también había mínimo cinco Comisariados Ejidales que normalmente se dejaban venir a la ciudad de tres a cinco de los directivos para tramites y diligencias diversas en bancos, ferreterías, tiendas, etc. Y se iban a la Unión a tratar de ver a Rafael cuando estaba en la ciudad o simplemente a tratar algo con cualquiera de nosotros o a tomar café. Se hacían bola y a veces eran 25, 30 personas esperando o dando vueltas por las oficinas.

Casi todos caían a los cubículos donde estábamos el Prieto Rascón y un servidor que éramos vecinos de cubículo. Rafael quiso mucho a Rascón, como le decía él. Pocas personas aún hoy, no saben quien es el Prieto Rascón. Ya desde entonces era la persona más popular, dicharachera, bromista, cuenta chistes, carrillero que he conocido. Además, creativo, emprendedor, inventor, apasionado de su carrera de Ingeniero en Alimentos. Nada se le atoraba. Pisteador y pachanguero. Nos hicimos grandes compañeros y amigos de trabajo y por sus ocurrencias todo el día se escuchaban carcajadas en nuestro rincón.

En mucho gracias a el prieto Rascón, los ejidatarios nos buscaban, se sentaban con nosotros, nos contaban sus planes, sus proyectos, sus problemas, sus batallas, sus éxitos; de sus familias, del ejido, etc. Y confiaban en nosotros.

Eso nos ayudó a ir poniendo orden en las oficinas y tratar de desahogarle la agenda a Rafael, lo cual nunca pidió, pero si le agradó cuando se comenzó a dar cuenta que le quedaba tiempo para dedicarlo a otras cosas o reuniones importantes.

El Prieto y yo usábamos los carros personales para el trabajo. Yo iba y venia a Pitiquito todos los días. No nos quejábamos, pero Rafael se dio cuenta y un día me dijo “ve por favor que carro necesita Rascón para el trabajo y qué necesitas tu y cotícenlos por favor”. No nos dijo dos veces y antes de una semana ya habíamos encargado los carros que nos entregaron unos días después. Obvio, como es normal en estos casos, hubo envidias, hubo trabas, hubo comentarios y hubo grilla tratando de obstaculizar la compra.

Muchos de los asuntos que trataba Rafael de diario con los ejidatarios eran pequeñas necesidades, desde préstamos personales pequeños, hasta créditos con proveedores de la ciudad; otros mas importantes eran los problemas con los pozos, las bombas, los canales, la aplicación de agroquímicos a los cultivos, etc. Y otros más eran los refaccionarios con los bancos, pagos atrasados, comercialización de la producción, compra de equipo y cosas así.

De modo que cuando ciertas cosas las empezamos a resolver entre Rascón y yo, pues le cayó de perlas.

Rafael utilizaba tarjetas bristol para apuntar los pendientes con su letra de quinto año de primaria y también las utilizaba para autorizar ciertas cosas como entrega de efectivo en la planta, o entrega de productos, etc.  y esas tarjetas las firmaba y su firma era reconocida y respetada no solo en la unión sino en todo Caborca.

Salía muy seguido a Hermosillo o a la ciudad de México, normalmente un viaje al DF era de toda la semana; a Hermosillo dos días, a Mexicali o Tijuana dos tres días. Así es que tuvo que aprender a confiar en nosotros, a tal grado que cuando se iba a ausentar por varios días me dejaba tarjetas bristol, firmadas en blanco!! Por si se necesitaba. Aún creo que conservo algunas. Podría haber hecho lo que quisiera con ellas, eran como un cheque en blanco. Pero él sabía que no lo haría.

El Consejo de Administración que obvio era presidido por él como Presidente, eran en su mayoría personas mayores, ejidatarios, todos muy trabajados, muy colmilludos, excelentes personas, nobles y muy conscientes de lo que representaban. Conocí a todos en sus casas y en sus ejidos, conocí a sus familias de la mayoría. Los respetaba y si alguno daba una contraorden a algo ya autorizado por Rafael, respetaba su proceder y dejaba que las diferencias las arreglaran entre ellos. Se derrumbaron barreras y se abrieron y me dieron toda su confianza y apoyo  como se verá más adelante cuando les platique los eventos que viví. Aún hoy me parece increíble que esos señorones que desconfiaban de todo y de todos por todo lo que habían batallado y sufrido para tener lo que tenían, confiaran en un chamaco de 27 años.

CONTINUA..

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“…USTED SIGUE LICENCIADO…” Capitulo II

 

III. “…PUES SI TU NO ERES POLÍTICO, YO SOY EXTRATERRESTRE…”

La ARIC- ALIANZA era una organización de pequeños propietarios agricultores todos y en la cual la Unión de ejidos LEA tenía un asiento en el consejo como organización socia y “hermana”. La ARIC era lidereada por el  Ex Presidente de la Confederación Nacional de la Pequeña Propiedad y en ese entonces diputado Federal, Salomón Faz Sanchez. La ARIC experimentó un crecimiento de operaciones y comenzaron a llegar de otras partes del estado y del país, nuevos profesionistas de diversas especialidades y rápidamente hicimos un agradable grupo de profesionistas y técnicos que nos reuníamos frecuentemente para socializar, pero también para echarnos la mano en los proyectos nuevos.

Al mismo tiempo conocí y me puse de novio con la que sería mi compañera de vida. Mejor no podía estar. Tenía un agradable trabajo, me pagaban lo justo, estaba en mi pueblo, convivía con mis amigos de toda la vida y con nuevos amigos, estaba de novio con una mujer que todos me envidiaban y el futuro se veía luminoso.

Así transcurrió la segunda mitad de 1983. Entre julio y diciembre de ese año Rafael se convirtió en una máquina de proyectos e ideas:

Un día nos planteó que por favor organizáramos a las mujeres esposas de los ejidatarios, en cada ejido, para que se convirtieran en unidades productivas y comenzaran ellas también a ganar dinero con su trabajo. Ya había algo iniciado y sin descartar lo ya hecho, se organizaron pequeñas granjas productoras de huevo y pollo que eran atendidas por las mujeres asi como pequeñas siembras de hortalizas. Se les dio asistencia técnica y al poco tiempo estaban ya vendiendo sus productos en los mercados de Caborca.

Uno de los ingenieros compañero, presentó un proyecto para la compra de una cantidad de borregos Peliguey y dotar a cada ejido de un hato que pudiésen criar y explotar comercialmente. El proyecto fue aprobado y se arrancó con cierto número de animales. Se trataba de comercializar el borrego en canal para su carne y aprovechar la leche y sus productos derivados. Fue un bonito proyecto.

 

Otro día en una junta de trabajo nos citó para el siguiente día en el ejido Rodolfo Campodónico que era al que él pertenecía y donde vivían sus papás y su familia. El ejido tiene algunos kilómetros de playa. Cuando llegamos varios ingenieros, técnicos y yo, nos llevó a un lugar del ejido cercano a la playa y en el que con la marea alta entraba el agua de mar formando un estero natural. Nos metimos al lodo y recorrimos todo el lugar mientras Rafael nos explicaba que ahí se haría una granja de cultivo de ostión y más adelante se ubicaría una de cultivo de camarón. Abrimos tremendos ojos y no faltó quien dijera “¿Y con qué ojos?”. Rafael soltó una carcajada y dijo:

___Ahora que estuve en México le platiqué la idea al Secretario de Pesca y de entrada me dijo que contara con su apoyo. Ya lo platicamos aquí en el ejido y pues le vamos a entrar.

___Pues hay que hacer el proyecto ejecutivo –dijo uno de los ingenieros.

___Pues si, por eso los traje – dijo Rafael con una sonrisa picarona – y tiene que ser rápido para que pueda entrar en el presupuesto del próximo año.

Unas semanas después, nos fuimos a Puerto Peñasco a conocer y recorrer una Planta de harina de pescado que le estaban ofreciendo en venta y que consideraba sería buen negocio para la Unión. Había que pescar grandes cantidades de sardina y otras especies y convertirla en harina de pescado que se vendería como alimento para ganado y otras cosas. Ya estando ahí alguien le dijo que lo mejor sería tener barcos propios, de esa manera se bajarían costos. Los ojos le brillaron, volteó a verme y me dijo:

___Miguel vamos a tener que capacitar a hijos de ejidatarios para que aprendan a operar y tripular barcos sardineros y camaroneros.

Con esos proyectos mas la operación normal de la Unión de ejidos, sobraba trabajo para todos. Así nos entretuvimos hasta fin de año; cada vez que se concluía un proyecto ejecutivo, se preparaba todo el paquete de información, planos, corridas financieras,  gráficas de mercados, impacto social, etc. Y se le entregaba a Rafael para que se fuera a tocar puertas para conseguir recursos. El camino que seguía era el normal:

Visitaba primero al Secretario de Agricultura del Gobierno del Estado, dependiendo de su respuesta, el siguiente paso era el Gobernador del Estado, e igual, si no veía mucho entusiasmo, se arrancaba a México y visitaba a los Secretarios que hubiera que visitar. No pedía nada regalado, ni apoyos ficticios o cosas por el estilo. Todo estaba basado en proyectos reales, posibles y financieramente sustentables y autosuficientes en el mediano plazo. Esa era la diferencia, entre él como líder social y otros liderazgos; esa era la diferencia entre la unión de ejidos LEA y otras organizaciones similares. Nadie quería que aquello se fuera por el caño y quebrara, ni siquiera lo pensábamos, al contrario, se trataba de tener éxito y de convertir a los ejidatarios y sus familias en familias, no ricas, pero sí sin carencias. Además la influencia económica de la LEA en la región, era enorme, representaba un porcentaje alto de la actividad económica.

Rafael convencía a los altos funcionarios publicos federales para que visitaran Caborca y la Unión de Ejidos. Así fue como se tuvo la visita de Eduardo Pesqueira, Secretario de Agricultura, de Toledo Corro Secretario de Pesca, al Director de Banrural, el director de Serfin, diputados y senadores, varios. Muchas de esas giras eran concertadas sin que el Gobernador del Estado interviniera para nada, en algunas sólo se le avisaba y se le invitaba. Obvio esto causó malestar. Había sentimientos y comenzaron los rencores pues pensándolo bien “¿Quién era Rafael Muñoz para brincarse al gobernador”? En ese tiempo y circunstancia (1983) era casi casi “Traición a la patria”.

Yo lo que puedo confirmar, como coordinador de la organización de la mayoría de esas giras, es que siempre se cuidaron las formas, involucrando en la gira y en la agenda a las autoridades estatales y municipales, a otras organizaciones y a otros líderes campesinos, sociales y políticos. Me tocó trabajar cercanamente con los secretarios particulares  y con las avanzadas de esos personajes y siempre había temas, recorridos, invitados, tiempos, reuniones, etc. Qué negociar.

En febrero de 1984, se me ocurrió comprometerme en matrimonio para casarnos en Junio de ese mismo año. Asi es que además de todo lo que ya comenté, había que agregar otro proyecto a mi cargo: El proyecto de matrimoniarme.

No voy a narrar a detalle los acontecimientos que vivimos entre enero  y junio 15 de 1984, día de mi boda, porque no es mi intención hacer una historia de la Unión de Ejidos. Si deseo que se entienda cómo era, cómo pensaba y cómo actuaba una persona que en el lapso de año y medio tuvo un profundo impacto en mi vida y marcó mi futuro como persona y profesionista y también el de mi esposa.

Conforme el tiempo transcurría en el primer semestre de 1984, mi influencia para con Rafael creció y su confianza de él hacia mi fue exponencial. Por su boca fui conociendo a detalle asuntos delicados, asuntos confidenciales. Conocí a sus padres y estuvimos varias veces en el Ejido tomando café con ellos como si no tuviéramos nada más que hacer. Conocí a su esposa y a sus hijos, a sus parientes cercanos y muchos de ellos cuando no podían hacer contacto con él, me buscaban a mi.

El año próximo, 1985, sería año de elecciones a Gobernador y Diputados en Sonora, por lo que 1984 debería ser año de definiciones. Se comenzó a mencionar en columnas periodísticas a Rafael como posible Candidato a Diputado local y en otras para diputado Federal. Sólo se reía y decía

___Yo no soy político, el día que me meta a eso, será porque ya me enfadé de lo que hago jajajajaja. Y más se rió cuando le dije un día,

___Pues si tu no eres político, yo soy extraterrestre.

___ jajajajaja ándale!! Así me siento a veces – me dijo—como que no encajo en ciertos ambientes, pero tengo que hacerlo por mi gente.

___Ajá – le dije—lo mismo dice Fidel Velázquez.

___Jajajajajaja no hombre, no me imagino de traje diario y sentado 6 horas oyendo discursos. Mira, el otro día fui a la Cámara con el Diputado Castillo Peralta (Ricardo, muy amigo de él y diputado federal por el Dist. 1, San Luis Río Colorado.) y no le aguanté ni media hora, me salí.

___Pero en serio Rafael ¿No te gustaría? ¿No crees que sería muy bueno para la Unión de Ejidos?. Si así, consigues lo que quieres imagínate de Diputado.

___No, no no –me respondió—hay mucho que hacer aquí todavía, si me meto a esas cosas, la unión se nos caerá a pedacitos. Si así, estando aquí, hay unos cabrones aprovechados que nos quieren fregar.

Fue la primera ocasión que lo escuche mencionar algo así. Como siempre y como ha sido mi costumbre toda la vida, no pregunte nada más. Si él quería decir más lo haría. Y si nó, definitivamente no era algo que me incumbiera.

CONTINUA…

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“…USTED SIGUE LICENCIADO…”

INTRODUCCION

Esta es una historia de vida que sinceramente me había prometido nunca hacer pública. Es de esas vivencias que te marcan para siempre y dejan una huella profunda en todo tu ser, en el alma y más allá. Ha pasado ya suficiente tiempo, 35 años, y aún me duele, aún me hace derrumbarme y cada vez que eso sucede mil preguntas, mil dudas, mil cuestionamientos vienen a mi. Con el correr del tiempo he encontrado respuesta a muchas de ellas, la mayoría, pero otras ahí permanecen, ahí están sin respuesta y tan vivas como al principio.

He decidido contar esa parte de mi vida como una forma de sanación. He llegado a una edad en que ya no puedo ni debo seguir cargando y arrastrando heridas del pasado. Debo cerrarlas. Debo curarlas. Y lo tengo que hacer yo, sin ayuda de nadie. No pretendo olvidar, es imposible; pretendo archivar, guardar, aligerar. Como cuando descargas a un USB, archivos de tu computadora que no usas pero ocupan espacio.

Aun no se ni cómo empezar y mucho menos cómo voy a terminar el relato. Espero que fluya y lleve orden. Todo es real, todo es verdad, todo lo viví y lo sufrí, no aceptaré correcciones porque nadie puede o debe ponerse en mi lugar. No busco halagos, ni mucho menos consuelo, ni reconocimiento, ni condena. No puedo evitar los juicios de quién me lea, es parte de la libertad individual, juzgar. Pero en esta ocasión, perdónenme, pero no los aceptaré. Háganlos, pero guárdenselos por favor.

En algunas partes del relato, les parecerá muy inverosímil o les parecerá muy peliculesco, pensarán que estoy inventando sobretodo los miles de personas que recordarán el caso pero esas miles de personas no lo conocen desde adentro, ni fueron testigos ni fueron protagonistas. Yo si.

En algunas personas utilizaré el nombre real, en otras no, de otras más lo he olvidado.

“…ALGO ME DICE QUE PUEDES AYUDARNOS…”

Era un líder natural. Poseía todas las características que definen a un líder: Carisma, facilidad de palabra, habilidad para escuchar, paciencia, tolerancia, humildad, honestidad, inteligencia, capacidad de análisis y excelente toma de decisiones, amable y respetuoso. Lo más increíble de todo es que sólo cursó hasta 5to año de primaria, su letra al escribir lo delataba, pero su forma de pensar y expresarse verbalmente lo ponía al nivel de cualquier profesionista con postgrado. Entendía de finanzas, de administración de negocios, de mercados, de aranceles, de créditos y sobretodo entendía de política y se movía como pez en el agua entre políticos de alto perfil y nivel. Era recibido por Secretarios de Estado frecuentemente con los que se hablaba de tu en los temas de cada quien; visitante frecuente del Gobernador del Estado y de la cámara de diputados y el senado a nivel federal. Una memoria prodigiosa y lo más grande que tenía era su corazón. Un corazón enorme, grande, noble que le dolía y mucho ante las injusticias y carencias de su gente; siempre encontrando la mejor forma de ayudarlos y apoyarlos.

Yo tenía 26 años cuando lo conocí y el andaba en 40. A 35 años de distancia, en innumerables ocasiones me he devanado los sesos tratando de entender porque Dios me lo puso en el camino; porqué Dios me guio, me empujó casi, a su encuentro. Podría haber sido todo diferente, podría haberme quedado en Monterrey, después de todo había trabajado en los dos grupos industriales mas fuertes de la época, Grupo Vitro y Grupo Alfa, pero decidí venirme a Sonora a Hermosillo. Podría haberme quedado en Hermosillo con un buen trabajo, pero sólo estuve unos meses, y decidí irme a mi pueblo a Pitiquito. ¿Qué absurdo verdad? Pasar de codearme con altos ejecutivos, preparadísimos, expertos en sus áreas, con oficinas suntuosas y modernas; convivir con los dueños de empresas, personas poderosísimas económicamente hablando, con una trayectoria personal y familiar impresionante, y yo con ellos. En fin, absurdo, inverosímil, poco inteligente, dejar todo eso para irme a mi pueblo, a Pitiquito, donde no tenía nada de eso, pero mi corazón rebosaba de alegría, de satisfacción y de calidez.

Por eso estoy convencido que hay una mano sabia que mueve nuestros hilos de vida y a mi, me movió hacia allá. Hay quien dice que se llama “destino”, y otros más le llaman “la Voluntad de Dios”. En lo personal y después de haber leído mucha literatura sobre el tema, estoy plenamente convencido que somos almas que venimos ya “programadas” para cumplir una o varias tareas específicas y para ello, en el “difícil arte de vivir”, debemos tomar ciertas decisiones que nos llevarán a encontrarnos con otras almas y vivir ciertos sucesos y eventos que, pueden ser hermosos o dolorosos, pero todos nos llevan a un crecimiento, a una sanación, a cumplir con la tarea asignada.

Nada de eso sabía yo en ese entonces, tenía 26 años, soltero y me dejé llevar por mis instintos viviendo el día a día.

Y el día a día me llevó a Caborca pueblo vecino al mío pero más grande y con una pujante actividad agrícola en ese momento.

Ahí lo conocí. Una hermana mía que vivía en la ciudad de México, lo conocía, me dijo que fuera a verlo, que era probable que él necesitara una persona con mis conocimientos y mis habilidades. Me pasó el teléfono de su oficina (No existía el celular). Hice una cita y me recibió unos días después.

Su oficina era austera, humilde comparada con las que conocía yo de Monterrey. Un escritorio de madera labrada con unos racimos de uva, pero no grande, dos sillas de vista y atrás de éstas, un sofá pequeño. En la pared un cuadro grande con el logo de la organización que representaba, hecho de material resaltado, en otra pared una pintura de un indio que podría haber sido Apache o Yaqui. Sobre el escritorio un portarretratos con un collage de cuatro o cinco fotos con su esposa y sus hijos; hojas, plumas, dos aparatos de teléfono, uno con línea directa y otro del conmutador. En una pared pero no muy a la vista, había un organigrama de la organización que dirigía. Me llamó la atención porque obvio era mi especialidad las estructuras de organización y el Desarrollo Organizacional.

Me recibió con un apretón de manos y con su característica voz pausada, calmada, tranquila. Nunca elevaba la voz, nunca gritaba. Piel morena, tostada por el sol, cara redonda, ojos achinados pequeños, pero negros, vivos, con un brillo que hoy me parece extraño, cabello lacio peinado de lado y que no se le detenía, le caía un mechón en la frente constantemente. Boca mediana y risa fácil pero no estruendosa.

Entre llamadas telefónicas e interrupciones de personas que entraban y salían de su oficina, platicamos casi dos horas. Los que entraban traían todos un problema y a todos los escuchaba y trataba de darles una solución o los orientaba hacia dónde dirigirse, con quién hablar, qué hacer. Nunca ví que se exaltara o se enojara o se molestara porque lo interrumpían, como que para él era lo más normal. Para mi no. Yo venía de un ambiente ejecutivo distinto, donde todo era orden, reglas, respetos, etc. Pero extrañamente no me sentí incómodo, creo yo que su voz, la paz que transmitía, el brillo de sus ojos, su luminosidad, todo eso me enviaba un mensaje de tolerancia. El se disculpaba después de cada interrupción, pero nunca dio orden a su secretaria de que no le pasara llamadas o de que no entrara nadie mas a su oficina.

Yo le platiqué de mi experiencia, mis conocimientos, lo que yo hacia en mis trabajos anteriores, lo que sabía hacer, mis relaciones, mis éxitos, etc. Etc. Le hablé de Desarrollo organizacional, de Recursos Humanos, de relaciones laborales, de comunicación, etc.

El me escuchó muy tranquilo, y luego procedió a hablarme extensamente de la organización, cómo estaba organizada en ese momento, qué producían, cuáles eran sus mercados, cómo funcionaban. Me platicó cómo comenzó él, el camino que recorrió desde joven y cómo se convirtió en Líder indiscutible de su gente. Me hablo de su compromiso y un poco de su familia.

Hicimos click desde el principio. No recuerdo porqué pero varias veces reímos. Yo me sentí muy agusto y él también.

Me dijo:

___Mira Miguel, no tengo muy claro exactamente en qué me puedes ayudar, pero si sé que te necesito, algo me dice que puedes ayudarnos a todos, desde el Consejo de Administración hacia abajo. Me gustaría que trabajaras con nosotros.

___Creo que si puedo ayudarte y ayudar a la Organización. Tampoco me queda muy claro en qué, pero también siento que si puedo. Sobre todo me gusta que hasta cierto punto en todo lo que yo manejo, están prácticamente en pañales. Me encanta la idea.

___Entonces – me dijo—te voy a pedir un favor: hazme un proyectito en el que nos digas y nos expliques específicamente en qué nos puedes apoyar y cómo. Déjame hablarle a Reynaldo el Director General de  la Unión, para que te enseñe todas las instalaciones y te des una idea clara de qué somos.

Así  es como conocí a una de las personas que más han influido e impactado en mi vida. Lo que yo viví y aprendí de él determinó y definió mi vida futura. Eso lo se ahora. En ese momento, con 26 años a  cuestas, me quedó muy claro que su personalidad me gustó, su forma de tratarme me gustó, lo cual era determinante para trabajar con él, y lo otro es que visualizaba que había muchísimo trabajo que podía hacer en esa organización campesina que hasta esos momentos supe se llamba UEPCAI – LEA o Unión de Ejidos de Producción y Comercialización Agroindustrial – Luis Echeverría Álvarez.

Su dirigente, su Presidente del Consejo, Rafael Muñoz Espinoza, me extendió la mano y me dijo “Bienvenido Miguel, vas a ver que hay mucho qué hacer”.

  1. “… SI SE TE ATORA LA CARRETA EN ALGO ME DICES…”

En los días siguientes me dedique precisamente a lo que me había indicado, a conocer la Unión de Ejidos LEA. Así fue como me enteré que era una organización de ejidatarios que agrupaba a 33 ejidos agrícolas, ganaderos y pesqueros, que en conjunto sumaban miles de hectáreas, la mayoría dedicadas a la agricultura en la zona de la Costa de Caborca, con más de 4 mil hectáreas de vid entre vid industrial (Para vino y pasas) y vid de mesa para mercados nacionales y de exportación. Otra superficie considerable se sembraba de algodón y miles de hectáreas más de trigo. Unas pocas tenían plantación de olivo para aceituna, manzana y durazno

Contaba con una planta procesadora de pasas, despepitadora de algodón, molino de aceite de jojoba, planta de agroquímicos, silos y almacenes de trigo, aviones fumigadores, Taller mecánico de maquinaria agrícola y taller de bombas hidráulicas.

Eran socios de un molino de trigo que producía harina en sacos para mercado nacional; socios de una planta procesadora y empacadora de durazno.

Algunos ejidos estaban en la costa literalmente y por lo tanto eran dueños de algunos kilómetros de playa virgen y algunos socios ejidatarios se dedicaban a la pesca en menor escala, pangas y embarcaciones parecidas.

Tenía un complejo de oficinas en donde estaba la despepitadora y la procesadora de uva pasa, y daba empleo a más de 150 personas en forma directa entre administrativos y operadores, muchos de ellos ejidatarios o hijos de ejidatarios. No se cuántos serían los ejidatarios derechosos, pero entre ellos y sus familias, sumaban fácilmente 10 mil personas.

La mayoría eran de otras regiones. Rafael tenía sus orígenes en Choix, Sinaloa; muchos más procedían de otras partes de Sinaloa y otros de Pueblo Yaqui, Rosario Tesopaco, y el Valle del Yaqui. Los menos eran de Caborca y de Pitiquito. Habían sido dotados de tierras unos años antes por el Presidente Luis Echeverría Álvarez. Tierras en medio del desierto, arenosas, con dunas, o pegadas a la sierra llenas de cactus. Nadie daba un cinco por ellas. Llegaron a abrirlas al cultivo, con pico, pala, azadón; consiguieron dotaciones de agua, perforaron pozos, pidieron créditos y convirtieron aquello, 10 años después, en la envidia de muchos vecinos pequeños propietarios, con más recursos, pero con menos hambre.

Y Rafael, era el Líder indiscutible de todos ellos. Aceptado, querido, respetado por todos. Su energía, su incansable trabajo, su visión había colocado a la Unión en una posición de liderazgo no sólo local o estatal sino nacional. Era referente y ejemplo nacional para otras organizaciones campesinas. Eran Cenecistas, pertenecían a la CNC, Confederación Nacional Campesina y por consiguiente al PRI.

Entre tantas pláticas de carretera que tuvimos a solas, me platicó mucho de su vida y me confió cómo había empezado todo. Pero no es objeto de ésta historia. Sólo deseo dejar constancia de su gran, gran, gran visión e iniciativa. Su cerebro funcionaba de una manera distinta y un día si y otro también, me platicaba de algún proyecto nuevo que traía en mente y al decir en mente, es literal, los traía en la mente, armados, estructurados operativa y financieramente. Nunca los escribía o plasmaba en papel, te los platicaba, te transmitía su emoción y luego te pedía que le dieras forma, “si se te atora la carreta en algo, me dices”. Cuando te platicaba sus proyectos, se veían sencillos, fáciles, lógicos. Cuando tratabas de darles forma en planos y modelos de negocio, aquello era el infierno y te topabas con caminos escabrosos y al parecer sin salida, pero aquella mente prodigiosa, tenía solución para todo. Era una delicia escucharlo y visualizar los beneficios que traería determinado proyecto para su gente, para la unión y para toda la región.  No me costó ningún trabajo adaptarme a su estilo porque si me equivocaba, soltaba la carcajada y me decía “no te preocupes, si no sale a la segunda, sale a la tercera, jajajaja”.

Casi al mismo tiempo, solo con unos dos meses de diferencia, se integraron otros profesionistas: Un ingeniero Bioquímico en Alimentos, un Ingeniero Industrial, una psicóloga social, un contador. Obviamente eso ayudó muchísimo a dar un poco más de forma a los proyectos.

Uno de los primeros encargos que me hizo Rafael fue diseñarle una nueva estructura de organización que contemplara ya de una vez los proyectos futuros que traía. Junto con eso hubo que definir una nueva visión y misión y trabajar en un manual que contuviera todo lo anterior mas las descripciones de puesto y un tabulador de sueldos y salarios. Nada de eso era desconocido para mi y me metí en ello. Sin embargo, todos los días, cuando estaba en la oficina, Rafael me llamaba y me encargaba asuntos o pendientes diversos. O me decía estaré toda la semana en la ciudad de México, necesito te encargues de esto y esto y me daba una lista de pendientes. Al poco tiempo ya era una especie de Secretario Particular aunque el puesto oficial era director de Desarrollo Social, dependiendo directamente de él.

Me tomó confianza y comenzó a compartirme información delicada, incluso antes de compartirla con los demás miembros del Consejo. En ocasiones me sorprendía solicitándome consejo de cómo tratar un tema equis con el Secretario de Agricultura o con el Gobernador. Yo era un joven profesionista de 26 años recién cumplidos, que si bien es cierto había ya recorrido medio país y trabajado en grandes compañías, carecía del tacto político o el colmillo pues. Pero él se encargaba de guiarme y decirme porqué si o porqué no se podían hacer o decir las cosas que yo le aconsejaba. Toda una enseñanza practica. El veía donde yo no. Y tuvo la paciencia y tolerancia para en una comida o en un viaje de carretera decirme y explicarme quién era quien en Caborca, quién era quién en la Union de ejidos, quién era quien en la política estatal, en el gabinete; quién era quien en el gabinete presidencial, quienes eran y de qué pie cojeaban cada uno de los agricultores y “hombres fuertes” de Caborca y la región.

Aprendí a ver a personas que conocía, con ojos diferentes. Había cosas que chocaban con lo que yo creía o pensaba de alguien en particular. Pero todo eso me servía para estar alerta, para andar con las antenas afuera y con ocho sentidos a la vez. Así andaba él y así debería andar yo siempre. Llegamos a decirnos cosas sólo con la mirada o con un gesto.

Desde el primer día nuestra relación laboral se basó en la confianza y en la honestidad. Obviamente cuando estas cerca de la persona de poder, adquieres poder o se te delega cierta autoridad, pero también adquieres envidias gratis, personas que no ven con buenos ojos que de pronto llegue un desconocido, un chamaco, a ocupar un espacio y a tomar acciones y decisiones que no son del todo “aceptadas”, o consensadas. Hubo algo de ello, pero no me impidió para nada seguir adelante. Visité todos los ejidos, los recorrí, conocí los comisariados ejidales, cada uno, a los directivos de cada ejido a sus familias, todos eran personas trabajadoras, tremendamente luchonas, y con ganas enormes de hacer las cosas bien y tener éxito. Nobles de corazón, transparentes, sinceros, fáciles para hacer amistades y con orgullo puedo decir que todos me adoptaron y me facilitaron las cosas.

CONTUARA LA PROXIMA SEMANA.

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PERSONAJES DEL PUEBLO

LA NOCHE QUE MARCO AL PUEBLO CAPITULO IV Y EPILOGO

Caminaron unas cuadras y luego ya se acabó el caserío. Se internaron en el monte y siguieron caminando. Se metieron al lecho seco del arroyo que bajaba del cerro y atravesaba el pueblo y lo siguieron hacia arriba. Era más seguro pues no tenía tanto obstáculo de piedras y arbustos. El Cantinero llevaba la pala y el Maestro llevaba “el bulto”.

Llevaban unos 15 minutos caminando y “el bulto” le comenzó a pesar, se le cansó el brazo como si llevara una carga de varios kilos. No comentó nada pero si le pasó “el bulto” al Agricultor y éste no notó nada extraño.

Caminaron unos 10 minutos más y salieron del arroyo y comenzaron a subir la falda del cerro, rumbo al norte, para alejarse del camino, que pasaba por el puerto en el cerro de enfrente, el cerro picudo. Es decir, ellos iban rumbo al otro cerro.

Unos cien metros después, encontraron unos mezquites grandes y unas cinitas y pitahayas; había mucha hediondía también y choyas. Ahí les pareció buen lugar.

___ Aquí parece bien — Dijo el Ranchero – Cantinero usted trae la pala, pues usted empiece el hoyo ahí abajo del mezquite aquel. No muy hondo, con un metro es más que suficiente.

Era un terreno duro y pedregoso, sumamente difícil de escarbar. Los demás seleccionaron una piedra cada quien y se sentaron.

Prendieron una cachimba que de ultimo momento había tomado el Cantinero antes de salir. Eso iluminó un poco el lugar donde inició el hoyo.

Cuando el Agricultor se sentó se puso “el bulto” en las piernas. Unos momentos después sintió que se mojaba el pantalón y extrañado sacó los fosforos para prender un cigarro y a la vez ver que sucedía, porqué sentía mojado el pantalón. Como si la cabeza estuviera mojada. Sentía el paliacate empapado, pero mientras liaba el cigarro, pensó que era el mezcal que le habían echado a la cabeza, había escurrido por encima del paliacate y por eso estaba empapado. Sin duda eso era. Además la borrachera no lo dejaba pensar muy bien.

De todos modos, sentía las manos pegajosas, como que no era mezcal. Se levantó y acercó a la luz de la cachimba y descubrió la cabeza. Estaba el rostro casi cubierto de rojo. Le pasó un dedo y lo olió.

___A la madre!! –pego un grito a la vez que soltaba la cabeza – esta cosa esta chorreando sangre!!  Miren!!  ¡¡Y ya me jodió el pantalón!!  — y le dio una patada para acercarlo a donde estaban sentados los otros. La cabeza rodó y quedó en los pies del Tendero con el rostro hacia arriba. Como estaban mas o menos a unos 10 metros de donde estaba la cachimba, la luz no llegaba muy bien, solo penumbras. El tendero se agachó y extendió las manos para tomarla pero… pegó un grito y se levantó alejándose:

___!No, no puede ser! ¡Esta moviendo los ojos! ¡!Esta parpadeando!! ¡!Lo juro!! Lo juro!!

___Estas viendo visiones amigo Tendero – le dijo el Ranchero – los dos. Al Agricultor y a ti ya se les subió el mezcal. Será mejor que ya dejen de tomar amigos.

El Cantinero redoblo su esfuerzo al cavar; comenzó a dar paladas con más ímpetu y rápidamente comenzó a sudar a chorros. También él sentía como que se le erizaban los bellos de los brazos y de la espalda, pero calló.

___!!Calma amigos, calma!¡ — dijo el Maestro en voz alta – aquí lo que corresponde es no perder la compostura.

___No Maestro, ¡por favor!  –clamaba el Tendero – es verdad lo que digo, movió los ojos. Si no me cree, véalo usted mismo.  Y pateo la cabeza hacia donde estaba el Maestro.

Este se agachó, la tomó y se acercó a la luz y todos se arremolinaron a su rededor. La  sostuvo con la mano izquierda y con la derecha, lentamente comenzó a desenredar  el paliacate, todo sucio de tierra, hojarasca y sangre… quitó un lado y se descubrió el cachete derecho ensangrentado; con la mano temblorosa, quitó el otro lado con cuidado… La cabeza del Cristo tomó vida en sus manos y sus ojos se abrieron se movieron de izquierda a derecha y clavó su mirada en todos ellos…

La cabeza salió disparada de sus manos, del susto, y todos los cinco corrieron despavoridos unos metros. “No puede ser” “Ya nos cargó el demonio” “Es un castigo divino” eran las voces entrecortadas, que se oían. Respiración agitada, se frotaban los ojos como queriendo despertar de una pesadilla. De nuevo el Maestro intervino:

___ Compañeros, calma. Si, es verdad todos lo vimos, pero es solo una cabeza de madera, no puede tener vida propia, ni es cosa divina ni nada de eso. Lo que debemos hacer es terminar ya esto de una vez.  Hay que enterrarla ya.

Lentamente, con más miedo que ganas, se fueron acercando a donde estaba la cabeza. Estaba inanimada. Inmóvil. Como la habían viso siempre. Respiraron más tranquilos. Con los piés la comenzaron a empujar hacia el hoyo donde cayó.

Con la pala uno y con los pies los demás echaban tierra para taparla.

Lentamente al principio y después más rápido, la cabeza comenzó a moverse hacia los lados, como quitándose la tierra, como si estuviera unida a un cuerpo.

El Agricultor desesperado se le echo encima para tratar de detener el movimiento.

___!! Parate hijo de la chingada!! ¡!Párate demonio! – la tomaba con las dos manos y se le sacudía de un lado a otro.

___El Cantinero acertó a agarrar la botella de mezcal y le echo a la cabeza, que dejó de moverse momentáneamente. El Agricultor se incorporó, salío del hoyo y dijo “Prendan fuego, échenle un fosforo!!”

Se oyó un chasquido y se prendió un flamazo que atravesó el aire hasta caer en la cabeza que comenzó a arder. Se movía como si estuviera viva, los ojos se abrían y cerraban, sangraba de la corona de espinas a borbotones; le salían lágrimas de los ojos. El maestro tomó un palo y con él le pico ambos ojos fuertemente, varias veces, hasta que ya sólo quedó un hueco en donde estaban los ojos.

Un concierto de perros se comenzó a oir a lo lejos, perros ladrando, perros aullando, fue creciendo poco a poco, hasta que parecía que todos los perros del mundo ladraran juntos; aullidos de coyote muchos, se oian en los cerros.

Era un ruido ensordecedor. Se oían voces como murmullos, muchas voces, fue creciendo hasta parecer que un ejército estaba murmurando al mismo tiempo alrededor de ellos.

Asustados, histéricos, se movían de un lado a otro tapándose los oídos. “Qué es esto” “Qué pasa, quién viene” “Nos van a fusilar con seguridad”.

Voces, voces fuerte, aullidos de animales como si lloraran, aleteo de aves, como si fueran un millón de aves aleteando juntas, se oía el ruido.

El Tendero corrío a donde estaba ardiendo la cabeza y se paró arriba de ella y comenzó  a brincar como queriendo romperla y con ello acabar con eso. Salieron chispas, muchas chispas como si fuera una lluvia de chispas que se fueron juntando como remolino alrededor de ellos y luego se elevaron al cielo en la oscuridad de la noche.

Alguien tomó la pala y la comenzó a clavar en la cabeza hasta que se partió. A cada palada, los aullidos y los aleteos y las voces subían de tono, se oían con dolor, con sufrimiento.

Por fin el de la pala logró tapar con tierra lo que quedaba y gritó:

___!!Listo ya la enterré, ya vámonos amigos ya corran!!

Todos corrieron y atrás de ellos se oían las voces, miles de voces y solo se alcanzaba a entender “siempre malditos”. Aves negras como auras, cientos, miles, volaban detrás de ellos.

FIN DE LA HISTORIA -CONTINUA EL EPILOGO.

EPILOGO

 Cuando los hechos históricos no son muy favorables o son tristes o son de derrota para una sociedad, normalmente ésta, suele olvidarlos o hace todo lo posible por no recordarlos. Así sucedió con esta historia. Es real, los hechos ocurrieron, las personas existieron, pero a fuerza de ocultarlo como un suceso vergonzoso, terminó convirtiéndose en leyenda o en mito. Y como toda leyenda, hay varias versiones en las que varían los nombres de los protagonistas, o varía el número de participantes o varía la forma en que ingresaron al templo o lo que hicieron dentro. Lo que es constante y permanece en todas las versiones, es el hecho mismo, la profanación del templo religioso, la destrucción de imágenes, la sustracción del Nazareno y su quema y destrucción posterior.

 Las versiones varían también en la forma como murieron los protagonistas que es parte importante de esta historia. Pero lo que es constante es que todos tuvieron una agonía y muerte horrible, extraña, anormal y acorde con lo que hicieron y la participación que tuvieron.

Por ejemplo, se dice que quien le pico y sacó los ojos al Nazareno, murió ciego o casi ciego y viendo en su agonía cosas horribles.

Se habla de otro protagonista que cuando murió hacía mucho calor para velarlo dentro de la casa y sacaron el cuerpo al patio para velarlo. En pocos minutos el patio, las bardas, la casa, los techos de las casas cercanas, se llenaron de Auras (Zopilotes) cientos de ellas como no se sabía que hubiera en el pueblo. Y tuvieron que correr a sepultarlo.

Otro más se dice que murió ahogándose, sin poder respirar y que tuvo una larga y fea agonía en la que dejaba de respirar por momentos y luego volvía a la vida. Previamente había sufrido años de una especie de depresión, ausente, ensimismado, y oyendo voces.

 40 años después a finales de los 60s, Pitiquito seguía adelante, con dificultades, no tan rápido como hubiese sido lo deseable. Los viejos del pueblo atribuían mucho de lo que pasaba a que debido a esos acontecimientos de 40 años atrás, el pueblo había quedado marcado. No lo decían en voz alta, pero si lo pensaban y lo comentaban entre ellos. La historia era un secreto, a los niños no se nos contaba, si acaso la escuchábamos por accidente. Pitiquito era un pueblo estancado, no había fuentes de empleo, el agua se acabó, las acequias dejaron de correr, las huertas se secaron; si salías a estudiar no volvías. Varias familias salieron a otros pueblos con el correr de los años.

Dejo el relato a mi madre Isabel de Méndez:

“En 1967, 68, estaba muy enferma doña  Lolita de Ortega, mamá de Pancho Ortega y fui a visitarla. Platicando con ella, me dijo “No quiero morirme sin que se haga el desagravio de aquella ofensa tan espantosa y horrible”. Saliendo de ahí me fui pensando que era verdad, ya era tiempo de hacer algo y ese algo era reponer el Nazareno y hacer la ceremonia de Desagravio.

“Le platiqué a Licha Fontes de Duran y se entusiasmó igual que yo. Juntas comenzamos a investigar y a visitar a otras personas. Rápidamente hubo mucho entusiasmo en el pueblo y muchas otras mujeres comenzaron a agregarse, María Gamboa, Alicia Aguire, Ma. Teresa de Vidal, las Estrella, etc. Había que juntar dinero para encargar la imagen del nuevo Jesús Nazareno a la ciudad de México. Fuimos a Caborca con el padre González le platicamos, le encantó la idea y nos dio un mazo de llaves para que abriéramos las alcancías que estaban empotradas en las paredes en la iglesia. (Yo recuerdo ese mazo de llaves, eran muchas, más de cien de todos tipos, tamaños y formas). También nos mostró un catálogo de imágenes para que viéramos cuál era y pudiéramos encargarlo.

 “Pasamos todo un día probando las llaves hasta que logramos abrir las alcancías. Ese fue el fondo monetario de inicio, no era mucho pero ya teníamos algo. El nuevo Nazareno nos costaba 28 mil pesos en la ciudad de México. Hicimos muchas actividades y solicitamos apoyos a mucha gente. Se enviaron cartas a  personas del pueblo que vivían fuera. La respuesta fue excelente, con mucho entusiasmo colaboraron todos.

“Cuando completamos el dinero, se hicieron llamadas a la fábrica a México, se les explicó y se les envió información de lo que queríamos.

“Meses después, la imagen llego por tren, fuimos a la estación a recogerla tu papá y yo, la llevamos a la casa y… no era. No era la imagen que queríamos ni era la que habíamos encargado. (Le pido al lector se ubique en la época, 1968, mala comunicación telefónica y difícil, casi todo era por correspondencia). Hubo desilusión. Regresamos la imagen a México y nos regresaron el dinero.

“Yo sabía que en Altar había una imagen como la que queríamos. Un día agarre el pickup y me fui con una muchacha fotógrafa del pueblo (Supongo era la Carmelita Leon) y tomó fotos de la imagen en Altar. Esas fotos mandamos a México y ya nos respondieron que si lo tenían y que nos lo enviarían.

“Meses después llegó la imagen y se hicieron los preparativos para el DESAGRAVIO. Fue una ceremonia muy bonita con el Arzobispo y varios sacerdotes presentes, se cargó la imagen en procesión hasta el lugar en el cual se le había quemado y se había concluido el agravio. Ahí se hizo la ceremonia oficial. Fue un día muy feliz para el pueblo, un día de alegría. Para celebrar se hizo una comida afuera del templo a la que fue todo el pueblo”

NAZARENO2

 En lo personal recuerdo perfectamente ese día porque entre otras cosas ayude en los oficios como Acólito al Padre Alejando Valdivia. No se si sería casualidad, el signo de los tiempos que todo estaba cambiando, o sería karma, pero desde ese día en el pueblo se comenzó a respirar otro ambiente; comenzó el progreso en serio, buenas siembras, buen ganado, drenaje, pavimentación, escuelas, maquiladora, etc.

Lo que si estoy seguro es que éste es un suceso QUE NUNCA DEBERÁ REPETIRSE y aunque me tomé muchas libertades literarias y puse mucho de mi imaginación, la intención sana y simple, es dejar un mensaje a las nuevas Generaciones. No faltará quien diga que porque sacar estas cosas negativas en lugar de las positivas. No me importa. Ya las platicaremos. Solo los Pitiqueños sabemos la multitud de historias, personajes, cuentos, aventuras, etc. Que son y han sido el cimiento de nuestra formación. Por eso a veces no nos entienden en otros lados pero también por eso hay paisanos distribuidos por todo el mundo (Literal) deseando estar ahí, en el pueblo.

 

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TRADICION ORAL FAMILIAR

LA NOCHE QUE MARCO AL PUEBLO CAPITULO III

CAPITULO III: EL AGRAVIO

 Salieron de la cantina y encaminaron sus pasos rumbo al templo. Aunque ya era de noche y en realidad el alumbrado público era escaso, por no decir que inexistente, de alguna manera se alcanzaba a ver la silueta hermosa del templo de San Diego de Alcalá, que había sido fundado por el Padre Eusebio Francisco Kino en 1679, 1683, años más años menos, y que tenía la característica arquitectónica de todas las misiones fundadas por él. Aunque a través de los años el templo había sido prácticamente terminado, en los 1920s las paredes exteriores estaban en su mayoría aún sin enjarrar, estaban pelonas, pero eso no le quitaba belleza. Dicen que cuando el Padre Kino trazaba un nuevo templo, lo orientaba hacia donde el pensaba que debería de desarrollarse el pueblo, el caserío de los habitantes, para que de esa manera el altar mayor, estuviera siempre bendiciendo al pueblo. En el Pitic (Que en realidad así se llamaba Pitiquito), resultó que el pueblo se desarrollo y creció hacia el otro lado, de tal manera que el templo daba la espalda a la mayoría del pueblo. Siempre hemos sido contreras dirían los pueblos vecinos. Con el correr de los años y el crecimiento poblacional, eso se “corrigió”.

 A pesar de ser una “misión” fundada por Kino, el Pitic nunca tuvo un sacerdote a cargo, es decir, de planta; en los 1700s y parte de los 1800s era “visita” de la Purísima Concepción de Caborca que dirigía Fray Faustino González. Después pasó a pertenecer a la Guadalupe de Altar. Había sacerdote sólo por temporadas cortas. Sin embargo el fervor religioso nunca decayó, sino al contrario siempre fue y ha ido en aumento.

 ___Amigo Cantinero – dijo el Maestro—porque no se va adelantando y trata de hablar con la persona esa Matuz que dice que nos puede ayudar.

___ Me parece muy bien—respondió el Cantinero y comenzó a apresurar el paso. Rápidamente dejó al grupo atrás.

___ Miren—dijo el Tendero—yo propongo que nos vayamos despacio y que nos escondamos ahí a una cuadra de la iglesia, para que el Cantinero llegue con Chuy Melendrez y abran la puerta. Digo para que no nos vea a todos.

___ No sea puto—dijo el Ranchero — en esto estamos todos ¿No? Ándele échese un trago largo pa que se le quite el miedo.

___Bueno, bueno – respondió el Tendero – pero no es miedo hombre, simplemente es ser cautos como dijo el Maestro.

 La Cantina no estaba muy lejos del templo. Bueno en realidad nada estaba lejos de nada. Llegaron en 15 minutos. Llegaron por atrás y se esperaron por el costado éste donde había una puerta lateral.

El Agricultor sacó un envoltorio de la bolsa del pantalón y se puso a liar un cigarro con tabaco cultivado ahí en el pueblo. Echando la primera bocanada de humo, dijo:

___Si saben que aquí espantan no?

___ ¿Donde – quiso saber el Maestro – en el templo o en el cementerio aquí al lado? Porque en el cementerio pues es normal hay muchas historias de aparecidos.

___No no –dijo el Agricultor—aquí adentro de la iglesia. Las mujeres cuentan historias. Dicen que alla atrás por el otro lado, donde están los arcos, ahí se pasea un monje con hábito y toda la cosa, camina rece y rece.

___Y también hay gente que dice que se les aparece un perro negro, adentro. Lo sacan y al rato ahí esta de nuevo adentro aunque le cierren la puerta. Dicen que es muy feo y con los ojos rojos. – acotó el Ranchero.

___Y hablan de un padrecito vestido con sotana negra que se aparece en el altar y en el púlpito, le hablan y no responde. Camina y atraviesa paredes.—platicó el Tendero.

___Pues yo no creo en esas cosas – dijo el maestro—el que se murió se murió y punto. Ni se va a ningún lado, ni se queda aquí, simplemente ya se desaparece de este mundo. Por eso la iglesia tiene embrutecido al pueblo con puros cuentos.

“Salud” “Salud” y brindaron todos de nuevo ahora tomando la botella directamente.

En eso se oyeron unos pasos y voces. Era el Cantinero que venía ya acompañado por Melendrez y éste traía una barra metálica en la mano.

___Quibo—saludó Melendrez – échense un traguito no? Pa acabar de despertar pues.– Alguien le pasó la botella y se echo un trago largo. – ¿Ora si, por donde quieren entrar?

___Pues por la puerta— se burló el Ranchero – por donde más.

___Pues es que existe esta puerta, la lateral, y esta la puerta principal, por cual?

___Por la principal—afirmó el maestro— creo que será más fácil.

 

Hago un alto en la narración para dejar en claro que hay dos versiones respecto a cómo se introdujeron a la iglesia. La primera dice que la persona que les ayudó, hizo un hoyo en la pared al lado de la puerta, con la barra, y por ahí entraron; la segunda dice que simplemente violaron la cerradura antiquísima que tenía la puerta y trozaron unos candados puestos recientemente. En lo personal me quedo con la segunda versión. Conociendo el templo cualquiera se da cuenta que las paredes son anchísimas, mas de medio metro de ancho y con una mezcla de piedra, adobe y cal. Habría sido muy difícil y tardado tratar de abrir un boquete en la pared.

Se aclara igualmente que el tal Chuy Melendrez no participo en lo que paso después. Solo ayudó en poder tumbar cerraduras y abrir puertas y se fue a su casa, no entró al templo.

 Las puertas cedieron. Entre dos, las empujaron suavemente hacia adentro. La edad de las puertas y de la madera se notó, con el tremendo chirriido que hicieron al irse abriendo, como si se estuvieran quejando de algo. Si hubieran ido en sus cinco sentidos y no alcoholizados, se habrían dado cuenta que ese ruido no era normal.

Se quedaron parados, como congelados, los cinco, en la entrada del templo. Hacia adentro aquello era tan negro y oscuro como  el luto de una viuda. Se hizo un silencio muy molesto, un silencio que comenzó a trastornarles la cabeza. Nadie quería dar el primer paso. Todos comenzaron a sentir que algo estaban haciendo mal. La botella pasaba de mano en mano y de boca en boca. Como siempre el Maestro que era la mente más fría, tomó la iniciativa y comenzó a dar unos pasos:

___Vamos pues—dijo – a lo que venimos.

___Pérese Maestro  ¿cómo vamos a aluzar? – dijo el Agricultor — al tempo que sacaba unos cerillos y al encender uno, se iluminó momentáneamente aquella bóveda oscura y negra como el más negro. Fue suficiente para alcanzar a ver unas veladoras de cera en el piso. Tomaron una cada quien y las encendieron con manos temblorosas. Todos tenían miedo, pero ninguno decía nada. Ya habían jurado y dado su palabra. Y la palabra es la palabra.

 Apuraron otro trago más a la segunda botella. Se alumbraron unos a otros viéndose las caras. Caras de susto, de borracho; pero nadie dijo nada.

 ___ A ver compañeros — dijo en un susurro el Maestro—hay que decidir a cuál de los santos nos llevamos.

___ Ps al mas chingón de aquí – dijo el Ranchero – a San Diego. Dicen que es de madera y esta muy liviano.

___No no estas loco – dijo el Tendero – San Diego es el más importante en el pueblo, si nos lo robamos, el pueblo se queda sin fiestas, a quién le vas a hacer fiestas y pa encontrar otro igual imagínate.

___ Si tiene razón –dijo el Cantinero – es más fácil reponer un Cristo, de esos hay muchos y en todos lados los encuentras.

___ Ora pues, vamos.

Avanzaron lentamente por el centro del templo, el piso era de ladrillo y había muy pocas bancas. Con la luz de las velas se iluminaba poco y se reflejaban sombras por todos lados.

Iban rumbo al altar mayor, el del centro, para tomar el Cristo que estaba ahí, en su cruz. Y alguien dijo:

___Oigan miren, ahí al lado – y caminando unos pasos se situó al lado de una imagen y la iluminó – miren este Cristo esta mejor, se va a notar más. – y así diciendo se paró atrás y le dio tremenda patada a la imagen de bulto, que cayó al suelo haciendo tremendo ruido. Con el golpe, se aflojó la cabeza.

Era Jesus Nazareno, una imagen casi de tamaño natural, con sus vestiduras y la corona de espinas en la cabeza.

Jajajajajajaja rieron todos. “Eso estuvo bueno”  “SI que sea ese mejor”.  En eso se oyó un golpe seco, como si alguien hubiera dejado caer algo muy pesado, al fondo del templo y todos callaron momentáneamente. Una de las hojas de la puerta principal comenzó a chirriar de nuevo, pero ahora se estaba cerrando. Se oía espantoso, como si estuvieran frotando fierro contra fierro.  Levantaron las veladoras y se miraron las caras, asustados.

___Rápido – dijo el Maestro— orale no vaya a ser que alguien venga.

Antes de salir recorrieron rápido el altar mayor y tiraron al suelo las imágenes que encontraron, algunas se hicieron añicos.  Todo de prisa y sin pensar en nada más.

El Agricultor sacó un paliacate de la bolsa del pantalón y tomando la cabeza del Nazareno la desprendió a jalones y la envolvió en el paliacate.

___Orale!!! Vámonos!!! — grito— y todos salieron corriendo, tirando botellas de licor que llevaban.

Corrieron todos juntos casi empujándose, hasta llegar a la Cantina de nuevo. Abrieron, se metieron a empellones, cerraron por dentro y pusieron el paliacate con la cabeza en la barra de la cantina. Sudorosos y asustados, pero eufóricos. Mas licor para pasar el susto. Y gritos de “A la madre!!” “Ahora si, esto ya se chingoo” “Por poco nos agarran jajajaj” “Dale un traguito al Jesús este, debe venir miado del susto también jajajajajaja” Y le echaron un chorrito de mezcal en los labios a la cabeza en el paliacate.

___Ps si tomaba vino el cabrón – dijo el Cantinero – también debe tomar mezcal jajajajaja. Y bañó la cabeza con mezcal, a la vez que todos reían.

Asi transcurrieron varios minutos en los que se pasaban el paliacate con la cabeza del Nazareno, unos a otros. El Ranchero la tomó la levantó con una mano en alto y dijo:

___Te viera mi vieja Rey de Reyes, se moría del coraje jajajajaja.

___Y si lo viera a usted amigo Ranchero, lo mataba jajajajaja – dijo el Tendero—a ver páseme esa cosa.

El Ranchero puso la cabeza en la barra y la hizo rodar de una punta a otra donde estaba el Tendero. Este la tomo y viéndola directamente a los ojos le dijo:

___Qué vamos a hacer contigo Jesus. Fíjate, quien iba a pensar que ya fuiste el mensajero hace 1920 años y  ahora serás de nuevo el que mande el mensaje, pero imáginate, Jesusito, ahora les darás un mensaje a la gente de Pitiquitoooo cabrón!!! Jajajajajajaja

___A propósito amigos – dijo el maestro en voz alta, después de mantenerse muy callado—esa es una buena pregunta. ¿Qué vamos a hacer con esa cosa? ¿Alguno de ustedes tiene dónde guardarla?

Todos respondieron que no y que por ningún motivo la llevarían a su casa o alguna otra parte.

___Entonces – dijo el Cantinero—se me ocurre que podemos enterrarla, al fin y al cabo no tiene ningún valor de nada. Mañana cuando alguien pase por la iglesia la verán abierta y verán el desmadre adentro y bueno… el mensaje habrá llegado ¿no?

___¿Estan de acuerdo? – preguntó el Maestro – porque yo si y en cuanto antes mejor, ya se esta haciendo muy tarde.

___Traete una pala pues – dijo el Agricultor al Cantinero.

Salió al patio y regresó con lo solicitado, una pala.

___Vamos pues  y no se les olvide el bulto – dijo el tendero—es más yo me lo llevo. Y procedió a tomar el paliacate de nuevo y al estar envolviendo la cabeza, pego un grito:

___AYYYY!!! Chingado, algo me picó en la mano, has de tener alacranes Cantinero. A ver alúcenme la mano.

Acercaron una lámpara y efectivamente se veía un piquete en el dedo índice con un punto de sangre que brotaba.

___Si parece picada, pero de qué. Le duele Amigo Tendero?

___No no me duele—respondió – solo sentí un piquete y me dolió, pero ya no.

Otro acercó la lámpara a la cabeza del Nazareno y vió en una de las espinas de la corona de espinas, que estaba un rastro de sangre.

___ Ahí esta tu alacrán mira — dijo riendo – te pico el Cristo jajajajaja bueno su corona de espinas. Se esta vengando el cabroncito jajajaja

Todos respiraron aliviados. Se pusieron sacos y sombreros y el Cantinero cerró de nuevo con llave. Tomaron rumbo al este, su plan era salir del pueblo y llegar al monte, por ahí cerca del puerto, donde nadie pudiera verlos y donde se pudiera enterrar la cabeza con seguridad.

 CONTINUARA